El PSG se ha convertido desde hace años en el rival a batir en Francia y en el club con más estrellas en su plantilla. El club parisino insiste cada temporada en crear un equipo capaz de alzar la orejona. Algo que hizo el Olympique de Marsella en 1993, el único equipo francés en conseguirlo. El gran protagonista de aquel Olympique era su presidente, Bernard Tapie, cantante frustrado, político chaquetero y empresario devorador, capaz de reflotar empresas y llevarlas al éxito, o de ayudar a Bernard Hinault a ganar su quinto Tour. Bernard Tapie, que falleció recientemente, se creía capaz de todo, y quiso hacer del OM un grande del fútbol europeo. Dirigió el club mediados los ochenta y lo primero que hizo fue rescatar a Papin del Brujas, y fichar un montón de buenos futbolistas para afrontar el reto. Uno de ellos fue Abedi Ayew Pelé.

Natural de Ghana, Abedi Pele, llegó a Marsella procedente del Mulhouse FC. Era un delantero rápido, muy habilidoso, ágil y con definición. Los inicios fueron duros, pero acabó formando un tridente formidable junto a Papin (con quien dicen que no se llevaba bien) y con el inglés Chris Waddle. Rozó el éxito europeo en 1991, pero el Estrella Roja acabó llevándose la final de Bari. Más tarde, en 1993, Abedi Pele fue pieza clave en la conquista de la única Copa de Europa del club galo.

Abedi Pelé abandonó el barco con el escándalo de los amaños y sobornos de los que fue acusado el club de Bernard Tapie, que fue descendido, fichó por el Olympique de Lyon, y después pasó por Torino y 1860 Munich, retirándose finalmente en los Emiratos Árabes. Fue nombrado mejor futbolista africano en 1991,1992 y 1993.

Sus hermanos e hios también han sido futbolistas.