Un Barcelona-Alavés este finde y un nuevo reto para un entrenador que de joven se vistió de corto para ambos equipos, hablamos del entrenador babazorro, el asturiano conocido como «el Pitu» Abelardo, un defensa férreo y fuerte, que además creaba mucho peligro cuando se lanzaba a rematar alguna jugada a balón parado.
Formado en la escuela de Mareo, debutó en el Sporting en 1989 y destacó como defensa central, formando parte de la selección olímpica que ganó el oro en Barcelona 92 y jugando con la absoluta el mundial de USA 94. Tras el mundial, el Barça se hizo con sus servicios. Ocho años estuvo en Barcelona, donde coincidió con su amigo de la infancia en Gijón, Luis Enrique, al que encontró muchos años a su lado durante su carrera deportiva. Con su compromiso y su seriedad, el Pitu Abelardo se ganó a la afición del Barcelona, se afianzó en el once, y jugó con la selección española también el mundial de 1998 y las Eurocopas del 96 y 2000. En Barcelona pasó buenos años, logró títulos, dos ligas, dos Copas, una Recopa, una Supercopa de Europa y otra de España. En el 2002 fichó por el Deportivo Alavés, club con el que se retiró y donde ocupó el banquillo con mucho orgullo hasta el fin de la 18/19.
El aficionado del Alavés sabe de la sabiduría, trabajo, compromiso y carácter del «Pitu», realizó muy buen trabajo en Vitoria, y se fue dando la sensación de que no había terminado un ciclo. Al “Pitu” lo llamaron la temporada pasada para intentar salvar al Espanyol, no pudo y en esta campaña le toca repetir hazaña en el Deportivo Alavés. A ver si algún día lo llama un grande…
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