“Tato” Abadía, exponente del fútbol noble y desacomplejado que tanto gusta en esta página. Agustín caracteriza el fútbol cercano y natural de antaño, abandera al futbolista carismático, luchador y valiente y representa el icono de jugador calvo y con bigote ya extinguido en el fútbol moderno.
Natural de un pueblo ilerdense rozando a Aragón, jugó en primera en el Logroñés y Compostela, y Clemente, que dijo de él que era un currante del fútbol, le dio la oportunidad de fichar por el Atlético de Madrid. Es recordado por su casta, por jugar un partido con el astrágalo roto o por echarse el equipo a la espalda y sacar un empate del Logroñés en el Bernabéu con dos goles suyos. Se retiró en el Binéfar en 1999 y queda en el recuerdo de la Liga como uno de los futbolistas más carismáticos de la historia de nuestro fútbol.
Tras colgar las botas entrenó al Club Deportivo Logroñés, a la SD Logroñés (¡viva el fútbol popular!) y a otros equipos. En la actualidad regenta una tienda de quesos.
En enero de 2020 el equipo de Odio el Fútbol Moderno tuvo el placer de conocerle personalmente; recuerda con nostalgia sus tiempos como futbolista pero piensa que aquello ya fue y, de alguna manera se siente un tanto agobiado por el personaje que hemos creado de él los nostálgicos como nosotros. Agustín solo es un tipo normal, que quiere hacer vida normal, trabajando su día a día en la tienda.
Dice que esta viejo pero está fuerte como una roca, y siempre que el trabajo le permite, se pone cualquier partido de fútbol moderno, si es del Athletic pues mejor. Un tío sencillo.
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