Antonio Cassano

Antonio creció en los 80 jugando en calles de Bari donde es mejor no andar solo por la noche, allí aprendió a dar patadas al balón, a fintar y a enseñarse todas las pillerías existentes en el manual del buen pandillero. Su talento combinaba bien con su personalidad callejera y en 1999, con 17 años, ya estaba realizando jugadas de fantasía con el primer equipo del Bari.

Era un delantero o media punta habilidoso, astuto, con muy buen control del balón y enormemente imaginativo. En un partido contra el Inter en 1999 presentó sus credenciales con un espectacular gol en el que dejó en evidencia a dos leyendas como Christian Panucci y Laurent Blanc. Su control de espuela, pura magia. Había nacido una estrella.

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En el año 2001 fichó por la gran Roma de Capello donde mostró tanto su valía como su temperamento y ese carácter canalla y burlesco que le definía. En enero de 2006 llegó al Real Madrid, y en España conoció la gran variedad de productos ibéricos de los que Antonio Cassano se hizo aficionado. Eso y la Nutella indispensable en su dieta de deportista de élite.

Pocos goles con el equipo blanco y mucha guasa fue el legado del excéntrico atacante italiano al que se le buscó una salida. Inter, Parma, Sampdoria y Hellas Verona fueron los siguientes equipos de un Cassano que ya no parecía el mismo fino chavalín que había maravillado en Bari en 1999. Amante de la buena vida, se especuló hace años su fichaje por el Ibiza, aunque finalmente no pudimos verlo de de corto jugando en la isla. Fantantonio no se quiso vacunar contra el covid, y en enero de 2022 ha tenido que ser hospitalizado.

Recomendamos a todos la gente de twitter la cuenta @DietaCassano, sin duda la mejor cuenta sobre la Serie A de nuestra época.