Antonio Segura Robaina

Son muchos los que han defendido el escudo tanto de la Unión Deportiva Las Palmas como del Club Deportivo Tenerife, en el recuerdo el carismático Manolo o el simpático Paqui. Pero, también, un habilidoso centrocampista de los que levantan al público de sus asientos con sus regates de ensueño. Hoy escribimos unas letras sobre Toni Robaina.

Nacido en Las Palmas, Robaina se formó en la escuela de la Unión Deportiva y a principios de la década de los 90 se ganó un sitio en la plantilla del primer equipo. Eran malos tiempos para la entidad amarilla pero, a Robaina, que destacaba con su inteligencia para tratar el cuero, le llovían ofertas de otros equipos. Siguió en segunda B a pesar de todo. Hasta que el Real Madrid llamó a su puerta para incorporarlo, en principio, al Castilla. Cuando lo tenía todo hecho para viajar a la capital de la península, llegó una oferta del Tenerife. Fichar por el rival suponía dos cosas, jugar en Primera y estar más cerca de la familia, así que el prometedor centrocampista no dudó y puso rumbo a Santa Cruz.

En su primera temporada en el Heliodoro Rodríguez, demostró su nivel. Se convirtió en el jugador que todos los compañeros quieren tener a su lado, disputando muchos minutos, creando mucho juego y ayudando a que Juan Antonio Pizzi fuera bota de Oro. Desde 1995 hasta 1998 jugó para el Tenerife, volviendo después a Las Palmas como cedido y teniendo que soportar los pitos de aquellos que nunca le perdonaron su marcha al rival.

Así que se fue a Portugal, para jugar en el Sporting junto a Schmeichel y Mario Jardel, y ganó la liga lusa. Tras la aventura portuguesa, jugó en equipos menores: Universidad de Las Palmas, Ceuta, Playas de Jandía, Guijuelo, Castillo y Villa de Santa Brígida vieron disfrutaron de sus últimos dribblings.

Robaina disputó el derbi canario con ambos equipos. Como curiosidad, su hijo Toni Segura también juega a fútbol. estuvo en el Real Betis y en el Castilla de Guti, y actualmente juega en Polonia.

Cromo Ediciones Este Robaina Tenerife