Pues en la semana dedicada a gente con poco pelo, la selección de Escocia ha vuelto a meterse en una gran cita internacional clasificándose para la próxima Eurocopa. Así que vamos a recordar a un futbolista escocés que lucía
frontón y cartón cuando anotó uno de los goles más épicos de la historia de Escocia.
“¡No había sentido algo igual desde que Archie Gemmill marcó aquel gol ante Holanda en el 78!”
Recordaréis esta frase los fanáticos de Trainspotting, cuando el personaje compara el éxtasis sexual con el golazo que materializó nuestro protagonista de hoy en aquel mundial de Argentina.
Este Iniesta escocés, se convirtió en el héroe del país cuando realizó un jugadón impresionante que ya quisiera firmar el de Fuentealbilla.
Era el 2 a 1 para los escoceses, y aunque necesitaban más goles para pasar la fase de grupos, los escoceses se dieron por satisfechos con el increíble gol y aquel impresionante partido que se marcaron ante los entonces subcampeones del mundo.
Archie Gemmill era un simpático centrocampista escocés que triunfó especialmente en el Derby County y el Notthingam Forest, ya que un tal Brian Clough estaba prendido por su fina y elegante zurda, y lo llevaba siempre consigo. Jugó mucho a fútbol, durante más de 20 años, retirándose como leyenda en el Derby County. Hoy con 70 años y ya retirado también de los banquillos, todavía recuerda su hazaña, aquel golazo, y asegura que el fútbol poco ha cambiado:
“Nada. No ha cambiado nada. Esencialmente, sigue siendo lo mismo: controlar un balón, pasarlo y chutar. La única diferencia es el dinero. Ahora hay muchísimo más. Stanley Mathews y Tom Finney podrían jugar hoy en cualquier equipo del mundo”.
Siempre será recordado por marcar uno de los goles más orgásmicos de la historia del fútbol (y del cine).

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