Seguimos con las calvas más brillantes de nuestro amado fútbol de otra época, y hoy recordamos a un pedazo de portero rumano que jugó muchos años en la liga, Bogdan Stelea.
Nacido en Bucarest, con 19 años ya debutó en el primer equipo del Dinamo de Bucarest, club donde se formó como guardameta. Impresionaba con sus 190 cm de altura, y se mostraba como un portero muy seguro, de esos que llegan a todas, de esos que responden ante cualquier rechace. Disputó el mundial de Italia 90 con su selección, y en 1991 (todavía con pelo) fichó por el Real Mallorca, debutando en el mes de noviembre ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. En aquel primer partido en la Liga ya mostró sus habilidades felinas, pero precisamente su compatriota Hagi fue quien lo desvirgó en el fútbol español.
Tras dos temporadas defendiendo la portería del Real Mallorca, fichó por el Standard de Lieja para más tarde volver a su país a jugar con el Rapid y Steaua de Bucarest e ir a buscarse la vida en el Samsunspor turco. Pero en 1997, la Unión Deportiva Salamanca se acordó del esbelto portero rumano (ya sin pelo) y lo incorporó a su ilusionante plantilla.
Durante siete temporadas defendió el escudo de la extinta UD Salamanca y se convirtió en uno de los pilares del equipo y en uno de los futbolistas más queridos por la afición charra. Pero la salida del club donde más partidos jugó como profesional no fue nada fácil, ya que la UDS estaba ya en una grave situación económica. Finalmente Stelea, que siempre pidió lo que era suyo, dejó Salamanca para volver al Dinamo de Bucarest y retirarse después en el fútbol griego bajo el escudo del modesto APO Akratitos.
Representó a Rumanía en tres mundiales y dos eurocopas, y sus 91 partidos como internacional le situaron como el portero con más partidos disputados en la historia de Rumanía.
Actualmente hace de comentarista en medios rumanos y de vez en cuando visita su querida Salamanca, una vez hasta hizo el saque de honor en un partido de Unionistas.
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