Hoy recordamos a un futbolista con mucha clase, con un apellido de mucho peso en Dinamarca, y de con un talento excepcional, que maravilló a muchos niños en los 90, Brian Laudrup.

Hijo de un futbolista danés que jugaba en Austria, Brian nació en Viena, y muy pronto empezó a dar patadas al balón junto a su hermano mayor, un tal Michael. Con su juego talentoso, su clase, su dribling, su velocidad y la facilidad que tenía para ver puerta, Brian se convirtió en una de las mayores promesas del fútbol danés, y tras destacar en el Brondby fichó por u equipo de la Bundesliga alemana, el mítico Bayer Uerdingen. Una temporada después, en 1990, lo fichó el Bayern de Munich por un pastizal de la época. 

En Munich jugaría dos temporadas, con un rendimiento de más a menos, en parte por culpa de las lesiones.
Después vino la Euro del 92, la que ganaron los daneses sin quitarse las chancletas, ya que estaban todos de vacaciones cuando fueron a sustituir a Yugoslavia que era la que se había ganado la clasificación. Sin Michael en la selección por sus diferencias con el entrenador Moller-Nielsen, le tocó a Brian ser uno de los que tiraron del carro en el campeonato, y ser uno de los artífices del mayor éxito del fútbol danés. Fichó por la Fiorentina de Italia, que había formado un equipo con muchas expectativas, pero tras una mala temporada, el club viola descendió a la serie B, y Brian conoció la oscuridad del maletero de un coche.

Capello se lo llevó a su todopoderoso Milan, pero Brian no gozó de demasiadas oportunidades y puso rumbo a Escocia, al Glasgow Rangers. El talento del danés renació en las islas, y se volvió a ver lo mejor de su fútbol. Dejó auténticas obras de arte en Ibrox Park, y también en la selección, con una buena Euro del 96 y un buen mundial del 98, postureo con sus goles incluido. Estaba en lo más alto, y fichó por el Chelsea, donde otra vez no cumplió las expectativas. El Ajax de Amsterdam fue su último club, dejando el fútbol con 31 años, y aunque para la mayoría siempre estuvo a la sombra de su hermano, Brian fue mucho Brian.

En 2020 superó un cáncer tras muchos años de tratamientos. Un crack.