Bruno N’Gotty

Heysel abrió sus puertas hace 90 años, con los actos del centenario de la independencia de Bélgica y la celebración del mundial de ciclismo en pista. En el partido inaugural, Bélgica venció a los Países Bajos por 4 goles a 1. Desgraciadamente, el 29 de mayo de 1985 el estadio fue noticia por la tragedia en la final de la Copa de Europa que enfrentaba a Liverpool y Juventus de Turín. En 1995, fue reformado y bautizado con el nombre de Rey Balduino, y con esta nomenclatura el PSG levantó el que hasta ahora es su único trofeo a nivel continental, la extinta Recopa, que la ganó en 1996.

Fue la última final europea a nivel de clubes que se ha disputado en el verde del emblemático estadio de Bruselas, y el autor del único gol del partido fue Bruno N’Gotty, uno que en el colegio siempre chutaba trallón.

Defensa central de gran envergadura, debutó con el Olympique de Lyon con tan solo 17 añitos. Era francés de descendencia camerunesa y tenía tal cañón en la pierna que las barreras siempre se apartaban y los porteros nada podían hacer para detener sus tremendos disparos. Su potencia y seguridad defensiva le convirtieron en uno de los mejores defensas de Francia, y fichó por el PSG. Un zapatazo marca de la casa le dio al club parisino la Recopa del 96 y en 1998 fichó por el Milan, donde jugó dos temporadas con una breve cesión al Venecia. Jugó en Olympique de Marsella en su retorno a la Ligue 1 y se retiró en 2009 en el Leicester City, siendo ya un veterano que había jugado en varios equipos ingleses.