Recordamos el Lluis Sitjar, recordamos los buenos tiempos del Real Mallorca, y recordamos a un portero argentino de mucho tamaño que defendió la portería bermellona con maestría, Carlos Ángel Roa.

“El Lechuga” era todo un porterazo, jugó en Racing y Lanús antes de fichar por el Mallorca donde rindió a un nivel impresionante, en los tiempos en que los baleares jugaban finales , ya sabéis, la época Cúper. En 1999, con 29 años, siendo el portero titular de Argentina y con ofertas de equipos poderosos de Europa, sorprendió al mundo retirándose de la práctica del fútbol por motivos religiosos.

Dedicó su tiempo, entonces, a colaborar activamente como miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Pero un año más tarde volvió a los tres palos, aunque ya no parecía el mismo. Fichó el Albacete, en 2002, cuando los manchegos estaban en segunda, pero un cáncer testicular le obligó a abandonar definitivamente el fútbol.

Menuda final de Copa se marcó contra el Barça, él y Hesp, incluso el argentino marcó un golazo de penalti al holandés engañándolo completamente. Ha sido entrenador de porteros en el staff técnico de Matías Almeyda en el San José Earthquakes. En sus tiempos prefirió rezar a jugar en el Manchester United.