Antes que el rey hubo en Paris un virrey, y muy bien lo va a tener que hacer Leo Messi si quiere igualar los registros que un día materializó otro argentino, Carlos Bianchi en el Paris Saint-Germain.
Muchos no sabéis el gran futbolista que fue Bianchi. Era un delantero matador apodado “Rompe redes”, con coeficientes goleadores de auténtico killer: 385 tantos en 546 partidos. Fue tres veces máximo goleador en el campeonato argentino con los colores de Vélez y cinco veces máximo goleador del campeonato francés, tres con el Stade de Reims y dos con el PSG.
Distinguido como uno de los mejores goleadores de la historia, se superó todavía como entrenador. “El Virrey” destacó en los clubes Vélez Sarsfield y Boca Juniors, con los cuales obtuvo 7 títulos nacionales y 8 copas internacionales, incluyendo 3 Copas Intercontinentales. Estos títulos lo convierten en el director técnico más ganador en la historia del fútbol argentino. Y muchos de vosotros lo conocíais solo porque una temporada entrenó al Atlético de Madrid.
Marcó 71 goles en los 80 partidos en que vistió con los colores de un PSG que todavía no tenía ni diez años de fundación y no era el gigante millonario que es ahora. Un tío de hecho de otra pasta, capaz de salir en los cromos posando en el patio de su casa con el uniforme del PSG y con balón moderno incluido.
“En mi época, cuando estabas en línea con el último defensor, estabas en fuera de juego. Ahora no. Cuando el último defensor me tiraba de la camiseta cuando enfilaba hacia el arco, no era tarjeta roja. Y me lo hacían diez veces por partido. Y las entradas por detrás tampoco eran roja”.
Pues no era bueno ni nada Carlos Bianchi.
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