Conocido como Roberto “Dinamita” por la potencia de sus disparos, fue uno de los grandes delanteros de Brasil durante las décadas de los 70 y 80, y toda una leyenda del Vasco da Gama.
Natural de Duque Caixas, destacó de niño con la pelota en los pies y a los 15 años ingresó en la escuela del Vasco da Gama donde muy pronto se convirtió en uno de los futbolistas más prometedores de Brasil. A los 17 años formó parte del primer equipo del Vasco y al poco de debutar explotó con un golazo al Internacional regateando a cuatro defensores y definiendo de manera sensacional. Era 1971, y el poderoso delantero se convertiría en ídolo de la afición de Vasco da Gama durante casi una década, hasta su fichaje en enero de 1980 por el FC Barcelona.
Aquel enero del 80, la ciudad condal sufría unas temperaturas extremadamente bajas, la ola de frío que azotó el litoral coincidió con una época gris de un Barça bajo cero. El delantero austríaco Hansi Krankl decidió volver a Austria y mandaron a un joven Joan Gaspart a fichar a un tal Roberto que tenía unos registros increíbles con el Vasco da Gama. 33 goles en 35 partidos llevaba Roberto aquella temporada en el campeonato carioca, así que Gaspart le convenció para dar el salto a Europa.
“El apodo me lo pusieron de joven. Por algo será. La verdad es que la potencia de mi disparo con las dos piernas es grande”.
En su presentación, Roberto aseguró goles y cumplió su palabra en el debut contra el Almería, anotando los dos únicos goles que marcaría con la camiseta azulgrana. Porque a partir de ese día nada le salió bien, ni a él (cuya pólvora se quedó helada), ni al Barcelona que cambió de entrenador al poco tiempo cuando Helenio Herrera sustituyó a Rifé. No contó HH con el delantero brasileño que apenas jugaría 8 partidos con más pena que gloria. Hasta Gaspart tuvo que salir a desmentir las noticias que aseguraban que el futbolista no tenía veinticinco años cuando llegó al Camp Nou. Nunca debió dejar Copacabana para venir en pleno invierno a un Barça en crisis. Así pues, en abril retomó el billete de vuelta al Vasco.
Volvió a convertirse en el ídolo del Almirante y marcó goles y goles por muchos años en el club de su vida. En 1992 colgó las botas, y el Deportivo de La Coruña de Donato, Bebeto y Mauro Silva fue el equipo elegido para rendir homenaje a Roberto en un emotivo partido disputado en Maracaná, junto a Zico y otras leyendas, que sirvió para que Roberto Dinamita se retirara a lo grande.
Con la selección, disputó el mundial de 1978 y fue convocado al del 82, aunque Tele Santana no le dio bola en aquel equipo mágico. No fue convocado al mundial del 86 a pesar de haber realizado una sensacional temporada.
Una vez colgó las botas, utilizó su sonrisa, su carisma y sus inquietudes para convertirse en político de éxito del Partido de la Social Democracia Brasileña. También fue presidente del Vasco da Gama, donde siempre será querido.
El 8 de enero de 2023, un maldito cáncer de intestino acabó con su vida. Su sonrisa será eterna.
Debe estar conectado para enviar un comentario.