El éxito del Lille en Francia lleva el nombre de Christophe Galtier, su entrenador, que sustituyó en diciembre de 2017 a Marcelo Bielsa con el equipo sumido en una fuerte crisis y ocupando el descenso. Salvó al equipo del infierno, y lo revivió de sus cenizas clasificándolo para la Champions y logrando un difícil campeonato esta temporada, el cuarto en la historia del Lille.
No está considerado un maestro de la táctica, no es una persona influyente, prácticamente no hablan de él los analistas “cuenta pases” del fútbol moderno, pero si hoy los futbolistas del Lille debieran de elegir un acompañante para ir a la guerra de buen seguro nombrarían a su entrenador, todo un líder y motivador.
La palabra imposible no existe en el diccionario del que fuera un modesto defensa que defendió las camisetas de Olympique de Marsella, Toulouse, Lille, Angers, Nimes, Monza de Italia y colgara las botas en China tras pasarse las décadas de los 80 y 90 de aquí para allá buscando el éxito. Lo encontró como técnico, aunque pasó como asistente por varios clubes y países, en el año 2009 se le confió el banquillo del histórico Saint-Étienne donde terminaría haciendo historia al convertirse en el segundo entrenador que más tiempo permaneció en el equipo, tan solo superado por el mítico Robert Herbin. Fichó en 2017 por un Lille al que sus aficionados reprochaban compromiso, hoy son campeones, y se han ganado la admiración de todo el mundo del fútbol. Este hombre sabe algo.
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