Cristian Alberto González Perret

En la Liga recordamos al Kily González por su gran rendimiento en el Zaragoza y el Valencia. Precisamente un 21 de octubre, del año 2001, cuando el futbolista militaba en el conjunto che, anotó dos golazos descomunales a su exequipo. Aquellos goles quedan en la memoria del aficionado valencianista, pues se convertirían en uno de los grandes recuerdos de la primera Liga de Benítez.

Kily era un jugador que combinaba intensidad y garra con el clásico talento rosarino. Partiendo desde el extremo izquierdo, creaba mucho peligro y su zurda imprevisible era una constante amenaza. Además, aportaba mucho también en defensa, pues si perdía un balón en seguida trataba de recuperarlo. Un futbolista incombustible. Se hizo con un sitio en el primer equipo de Rosario Central cuando todavía era muy joven, y Boca Juniors se hizo en 1995 con sus servicios. Jorge Valdano intentó llevarlo al Real Madrid, pero finalmente se quedó en Boca, donde era uno de los preferidos de la afición y de Diego Maradona.

En 1996 llegó a la Liga, para enrolarse en las filas de un club que siempre ha tenido gusto por futbolistas argentinos, el Real Zaragoza, y allí se convirtió en ídolo. Tres temporadas después, cambió Zaragoza por Valencia, y fue uno de los líderes del conjunto che en una de las mejores épocas de su historia. Consiguió ganar una Liga, y realizar unas temporadas europeas inolvidables.

En 2003, cuando un tal Vicente apretaba fuerte en el extremo izquierdo de Mestalla, el Kily partió al Internazionale de Milan. Ganó un scudetto y dos copas en Italia, pero ya no era el futbolista que había maravillado en España. Volvió a Rosario para jugar en el club de su corazón, Rosario Central, allí mismo se retiró después de una cesión a San Lorenzo. Un crack, el Kily, de estos ya no hay.

Cromo Kily Zaragoza