Dejan Savićević

Los jueves modernos son jueves de UEFA, bueno, de Europa League, y a los más old un partido les llamará la atención, el Estrella Roja-Milan, que trae recuerdos de los buenos tiempos de la Copa de Europa y que tendrá a un tal Dejan Savicevic tan emocionado como hace unos 30 años, cuando militó en ambos equipos.

Nacido en Podgorica (en aquella época Titogrado) debutó muy joven en el equipo de su ciudad natal, y en 1988, con 22 años, fichó por el Estrella Roja de Belgrado, ya estaba claro entonces que iba a marcar época en el fútbol yugoslavo. Era un futbolista como la copa de un pino, habilidoso, con visión de juego, buena conducción y un cambio de ritmo que rompía a cualquier defensa. Situado como enganche en la mediapunta o partiendo desde el extremo derecho, Savicevic era el compañero perfecto para un buen delantero. Rápido y con buen disparo, se convertía en una amenaza constante para el rival y terminaba cada temporada con un alto registro de goles. Con el Estrella Roja se le recuerda por errar un penalti precisamente ante el Milan, en una tanda de penaltis tras disputar serbios y lombardos una eliminatoria de tres partidos, ya que el segundo se suspendió por la niebla. El Milan pasó aquella eliminatoria, pero Savicevic conseguiría unos años después la orejona con el Estrella Roja, anotando, esta vez sí, gol en la tanda de penaltis contra el Olympique de Marsella que decidiría al campeón europeo. Un año después de la conquista de la Copa de Europa, y coincidiendo con la guerra de los Balcanes, Savicevic partió rumbo al Milan de Berlusconi, donde rindió de nuevo a un nivel espectacular. Ya en 1994, lograría su segunda orejona, contra el Barcelona en Atenas, además siendo uno de los protagonistas del partido al anotar un espectacular gol desde su casa de mal recuerdo para Andoni Zubizarreta. En Milan estuvo hasta 1998, jugando con los mejores futbolistas del momento y siendo considerado uno de los mejores futbolistas del planeta, seguro que más de uno lo fichaba en el Pc Fútbol. En 1999 volvió al Estrella Roja, aunque finalmente se retiraría en el Rapid de Viena.

Nada más colgar las botas fue nombrado seleccionador yugoslavo, cuando Montenegro todavía formaba la selección junto a Serbia. Él, independentista confeso, fue uno de los personajes que más apoyaron la causa montenegrina y hoy en día, con Montenegro ya separado de Serbia, ejerce de presidente de la Federación de Fútbol de Montenegro.

Hoy seguro que no se pierde un partido que le traerá grandes recuerdos. Que bien jugaba al fútbol Dejan Savicevic, uno de los mejores futbolistas de una generación de oro del fútbol yugoslavo.