“En los 90′ había dopaje; tengo miedo, le está pasando a demasiados futbolistas…” duras palabras de Dino Baggio tras la muerte de Gianluca Vialli.
El no hermano de Roberto se formó en las categorías inferiores del Torino FC, y debutó muy joven en el primer equipo, en 1988. Pronto demostraría ser un centrocampista total, y se convirtió en una de las mayores promesas del fútbol italiano.
En 1991 fichó por el Inter de Milan y en 1992 por la Juventus de Turín, eterno rival del equipo en el que se crió. En la Juventus tuvo muy buenos años, coincidió con otro Baggio, y juntos ganaron la Copa de la UEFA del 93, con Dino liderando el centro del campo, recuperando balones, bregando y creando juego. El “todocentrocampista” sería pieza fundamental en la Italia de Sacchi que quedó subcampeona del mundo en 1994, y muchos todavía recordamos el gol de Dino Baggio a España. Tras el mundial fichó por el Parma, en uno de esos culebrones veraniegos que casi termina con un joven Del Piero vistiendo la camiseta del Parma. Al final fue Dino quien fichó, y allí jugaría la segunda mitad de la década de los 90, ganando una Copa y una UEFA. Ya en el nuevo milenio Dino Baggio jugó en la Lazio, Blackburn Rovers, Ancona, Triestina y acabó dando patadas en el modesto Tombolo, entrenado por su primo.
Tuvo algunos líos durante su carrera, en un partido de UEFA disputado en Polonia, los ultras del Wisla Cracovia le tiraron un cuchillo. Dino Baggio, por otra parte, avisó de la corrupción del fútbol italiano ya en el año 2000, y probablemente arruinaron su carrera por ello, no fue más a la selección, le suspendieron unos partiditos y le pusieron una multa económica por escupir al suelo y hacer un gesto como de contar billetes, después de una injusta expulsión.
En 2023, tas el fallecimiento de Luca Vialli, Dino Baggio a abrir la boca para denunciar que en su época los futbolistas tomaron demasiadas sustancias.
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