A las 22.30h estaremos en nuestro canal de Twitch repasando al Yugoslavia-España de Italia 90, así que vamos a recordar hoy a un futbolista sensacional que fue protagonista en aquel partido, un maestro del regate en el fútbol de los 80 y los 90, un futbolista maravilloso, por los que valía la pena pagar pagar una entrada, el serbio Dragan Stojkovic.
Apodado Pixie por la serie de dibujos “Pixie y Dixie”, Dragan era veloz como un ratón, y corría por el campo con una elegancia y un desparpajo sublimes, esquivando rivales a base de quiebros, caños, fintas y un impredecible cambio de ritmo. Debutó en 1981 en la Primera División de la antigua Yugoslavia, con el modesto Radnicki Nis, con tan solo 16 años. Tras romper la cintura a la mitad de los defensas de su Liga, en 1986 fichó por el Estrella Roja, donde maduró como atacante, y perfeccionó su disparo, convirtiéndose en el máximo goleador del campeonato. Se consagró como el líder del Estrella Roja que a finales de los 80 reclutó a los mejores talentos del país, y también de la selección yugoslava que hizo un buen mundial de Italia 90 eliminando a España en octavos y cayendo contra Argentina en los penaltis en los cuartos.
Como estrella yugoslava llegó en 1990 al megaproyecto que estaba montando Bernard Tapie con el Olympique de Marsella. Un mix de figuras mundiales y jóvenes promesas como Amorós, Cantona, Deschamps, Papin, Abedi Pelé y el propio Stojkovic se pusieron a trabajar bajo las ordenes de Franz Beckenbauer para lograr la primera Copa de Europa para un club francés. Se ganó la Liga, y al año siguiente, en 1991, se llegó a la final de la Copa de Europa contra su ex-equipo, el Estrella Roja. Raymond Goethals que ocupaba ese año el banquillo tras el cese de Beckenbauer, dejó al yugoslavo fuera del once titular y, pensando en su gran talento en las jugadas a balón parado, lo sacó en la segunda parte de la prórroga preparándose para la inminente tanda de penaltis. Pero Stojkovic le guardó una sorpresa al técnico, se negó a chutar un penalti en la tanda ante su ex-equipo y básicamente le dijo a Goethals “ahora lo va a lanzar tu tía”.
“Si como yugoslavo lo echo fuera, los del Marsella me matan en el campo. Y si lo marco, no puedo volver a mi país”.
El Estrella Roja ganó aquella tanda y la Copa de Europa, Stojkovic fue cedido al Hellas Verona y retornaría al club marsellés para formar parte de la plantilla que levantaría la orejona, por fin, en 1993. En 1994 se fue al fútbol japonés, donde contribuyó con su juego mágico a fomentar la pasión por el fútbol en el país del sol naciente. A pesar de su edad, con 36 años todavía fue convocado par jugar la Euro del 2000, donde además anotó un gol.
Tras su retirada fue presidente del equipo al que no le quiso chutar un penalti en la final de la Copa de Europa del 91, y después ha entrenado en Japón y China. Actualmente es el entrenador de Serbia, y esperemos que no se cruce con España en una posible repesca. Pura clase, Dragan Stojkovic.
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