Miquel Sanchis
Llega marzo y ya se siente que la primavera no tardará en llegar, y en lo que al fútbol se refiere, importantes nacimientos tanto de clubes como de futbolistas enormes. Vamos con las efemérides futboleras de esta semana, aquello que aconteció en el mundo del fútbol entre la última semana de febrero y el principio de marzo.
SEMANA DEL 25 DE FEBRERO AL 3 DE MARZO
De Gandia somos los dos administradores de Odio el Fútbol Moderno y nuestro club, el Club de Fútbol Gandia, se fundó el 26 de febrero de 1947. En nuestro recuerdo las tardes ochenteras bajo el sol de un estadio que la gente de Gandia abarrotaba, el olor a Anís Tenis de su pequeño bar, a puro en las gradas, el sonido de los tambores y la magia de cientos de papeles volando detrás de las porterías. Las paradas de Espín, la seguridad de Juárez, el remate de Marcos, la velocidad de Ausiàs… Franco, César, Ayneto, Cudi, Julián, Frígola, David Bauzá, Jorge Molina, Naveiro, César Ferrando, Quique Hernández, Soldevila, Pomar, Damián… tantos nombres quedan en la memoria del histórico equipo valenciano, y no hay modo alguno de explicar como el club estuvo al borde de la desaparición hace unos años. Hoy intenta volver a ser el equipo glorioso de antaño, aquel coco de la Segunda B, aquel equipo que ganaba Champions en tus tardes de PC Fútbol.
Curioso adiós de una leyenda del Racing un 26 de febrero de 1922, hace casi 100 años. En partido disputado frente al Arenas Club en un partido por el título de Campeón Regional del Norte, Antonio Lavín, uno de los fundadores del Racing Club, decidió retirarse de los terrenos de juego enfadado por el resultado adverso. Hasta ese día, Antonio había jugado todos los partidos oficiales que el equipo santanderino había disputado desde su fundación diez años antes.
El 27 de febrero de 1900 se fundó el FC Bayern de Munich. El Gigante de Baviera domina desde hace años el fútbol alemán con muy poca oposición, pero no fue hasta los años 70 cuando empezó a ganar títulos importantes. Una generación de grandes futbolistas cambió la dinámica del club hasta nuestros días, siendo hoy el Bayern de Munich el club más laureado y el más poderoso de Alemania. ¿Es el actual Bayern un representante del fútbol moderno? ¿Qué partidos recuerdas del Bayern de Munich? ¿Te atreves con un once histórico?
Dos porteros que marcaron escuela nacieron un 28 de febrero. En 1944 nació en Metten, Alemania, Sepp Maier, portero con carisma y carácter que pasó a la historia siendo leyenda del gran Bayern de Munich y la selección alemana en la década de los 70. Pero, Maier además siempre será recordado por no poder atajar el famoso penalti de Panenka, en una de las acciones más icónicas de la historia del fútbol. En sus tiempos fue un porterazo en todos los sentidos.
Y también en 28 de diciembre, pero de 1942, nació en un pueblo italiano toda una leyenda de las porterías que consiguió ser campeón del mundo con 40 años. Dino Zoff era un portero seguro, que marcó estilo, un estilo en el que prácticamente no hacía falta estirarse ni adornarse. Las salidas por alto, la colocación, la capacidad para hacer sencillas las cosas difíciles y una mirada que infundía respeto a los rivales y confianza a los suyos, eran algunas de sus características. Con su capacidad de mando lideraba al equipo desde atrás, y destacó como portero del Napoli y de la Juventus. Siempre lo recordamos con esa clásica maglia gris que suelen vestir los porteros de la selección italiana. Una leyenda que tuvo el reconocimiento a su larga carrera con la conquista del mundial de España en 1982. Un sabio del fútbol que después se pasó a los banquillos. Todo un número 1.
Y seguimos con porteros legendarios, porque alguna razón astrológica habrá para que otro gran portero de leyenda cumpla años también en estos días. El 1 de marzo de 1943 nació en Zarautz el gran José Ángel Iribar. Fue en la misma playa donde aprendió las cualidades para ser un buen portero, pues allí podía revolcarse sin hacerse daño, perfeccionar las salidas a los pies del delantero o mejorar sus reflejos con los balones que botaban de manera imprevisible. En una época muy diferente a la de ahora, Iribar se puso a trabajar muy joven como tornero y acudía a jugar a la playa al finalizar la jornada. Jugó en los juveniles del CD Zarauz y de allí pasó al Basconia en 1961, cuando el equipo militaba en segunda y no era filial del Athletic Club. En aquel año en el Basconia se dio a conocer con sus estiradas y paradas imposibles, especialmente en un partido de Copa del Generalisimo en el que eliminaron al Atlético de Madrid. Los equipos de Primera División le echaron el ojo, e Iribar fichó por el Athletic Club, que tenía a un portero sagrado, Carmelo Cedrún (el padre de Andoni).
Estuvo un año aprendiendo de Carmelo, y en su segunda temporada, en la 63/64, se ganó la titularidad en la portería bilbaína y fue internacional, conquistando la Eurocopa del 64 como titular ante la Unión Soviética.
Fueron muchas temporadas en las que Iribar fue amo, señor y guardián de la portería del Athletic. Rechazó ofertas importantes porque su deseo siempre fue seguir haciendo historia en su club, donde ya se había convertido en “el Chopo”, por su habilidad en tapar la portería cuando extendía los brazos. 18 temporadas estuvo guardando el marco rojiblanco hasta su retirada en 1980.
Todo un símbolo del Athletic y del fútbol en general, como así lo reconoció el portero griego Takis Ikonomopoulos, que jugó con una camiseta de Iribar la final de la Copa de Europa de 1971 que enfrentó al Panathinaikos con el Ajax de Cruyff. Una camiseta con la que el Chopo había obsequiado al portero griego después de un partido en La Romareda, y que este utilizaba en sus partidos europeos. Ganó dos Copas con el Athletic, y se le escapó algún trofeo más, como aquella Copa ante el Betis en que se llegó a una tanda de penaltis y se las tuvo que ver con otro portero ilustre, José Ramón Esnaola. También jugó la final de la UEFA de 1977 que enfrentó a los leones con la Juventus de Turín. Destacar que en 1976, en un derbi contra la Real Sociedad, José Ángel Iribar salió al terreno de juego como capitán del Athletic junto al capitán txuri-urdin Inaxio Kortabarría reivindicando la legalización de la ikurriña, en un gesto que pasó a la historia de la transición política española, pues aquel día la bandera fue tolerada y poco después sería legalizada.
El 1 de marzo de 1981 fue secuestrado Enrique Castro González, “Quini”, uno de los mayores goleadores que ha conocido la historia de este país. Fue secuestrado cerca del Camp Nou tras golear al Hércules. En una época intensa en este país, con el golpe de estado del 23F todavía muy reciente, y con atentados y secuestros de ETA a la orden del día, se temía lo peor.
Incluso se habló de un “batallón catalano-español” que había decidido secuestrar a la estrella blaugrana para que no ganara la Liga un equipo separatista. Finalmente, el 25 de marzo, la Policía española y la suiza, llegaron al paradero de Quini. Sus captores eran tres hombres desesperados por su precaria situación social en la que vivían, y que se encontraban en paro. Al Barça le pasó factura, y perdió una Liga que tenía en las manos. Quini que se mostró visiblemente demacrado por el secuestro, pudo recuperarse y volvió a golear.
Tras su liberación, el crack tuvo buenas palabras para sus secuestradores y retiró la acusación contra ellos. El Barça no lo hizo, y pidió una indemnización por los daños al no haber ganado la Liga. La sentencia, condenó a los acusados a diez años de prisión y a pagar cinco millones de pesetas al jugador, dinero al que éste renunció. Quini era muy grande, muy grande. Se le echa mucho de menos.
Pero volvamos a los nacimientos de leyendas del fútbol porque dos genios nacieron en 3 de marzo. Dos talentos que además coincidieron en el inolvidable mundial de España 82, el brasileño Zico y el polaco Boniek.
El Pelé Blanco, era considerado una de las mayores estrellas de la década de los 80, por su manera de finalizar las jugadas y por su buena capacidad en la ejecución de los golpes francos. Este “mediapunta” dejó golazos para la memoria en el mundial de España 82, en el campeonato brasileño con el Flamengo, y en Italia con el Udinese. Se retiró en Japón como estrella del Kashima Antlers. Allí marcó un gol espectacular, una especie de chilena al revés, un remate mágico al que Eduardo Galeano dedicó unas líneas y dijo de él que “metía goles que los ciegos querían que contaran”. Ha entrenado por medio mundo, en países como India, Iraq o Uzbekistán, y ha sonado como presidente de la FIFA.Un mito, que destacó en aquella maravillosa Brasil del mundial de Naranjito.
Boniek era un fabuloso delantero bigotudo y pelirrojo, un estupendo regateador, que formó una excelente dupla con Lato en la selección de Polonia que quedó tercera en el mundial de España 82. A nivel de clubs destacó en la Juventus, donde formó una buena pareja con el francés Michel Platini, y ganó la Recopa y la Copa de Europa. Se convirtió en ídolo para la afición de la Juve y en leyenda del club. Después jugó en la Roma, donde se retiró finalmente.
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