Miquel Sanchis
Qué bonito es recordar, algún día recordaremos con ternura las gestas del Deportivo Alcoyano o del Deportivo y Artístico Navalcarnero en la Copa del Rey del año de la pandemia. De la misma manera, que los seguidores de Odio el Fútbol Moderno saltan en el tiempo cada día recordando el fútbol de un pasado mejor, aquel de botas negras y sabor a vino o birra en las gradas, aquel fútbol de pie que tanto añoramos algunos. Vamos a recordar lo que aconteció el mundo del balón en estas fechas pero de otros tiempos.
SEMANA DEL 28 DE ENERO AL 3 DE FEBRERO
en un pueblo de la Toscana nació el 28 de enero de 1978 Gianluigi Buffon, portero al que han visto jugar desde siempre todos los italianos (y no italianos) nacidos durante la década de los 90, y sigue en activo el tío. Buffon conoce todas las jugadas, ha ganado casi todas las competiciones, ha jugado miles de partidos, ha frenado a los mejores delanteros y ha sido el mejor portero del mundo. Mucho ha llovido desde que debutó en 1995 con 17 años. Sigue en uno de los clubes más laureados del mundo, la Juventus, donde parece que se retirará finalmente
Jugó en el Parma en los 90, y en 2001 fichó por la Juventus, y fue el guardián de la portería de la Vecchia Signora hasta 2018, incluso se quedó cuando el equipo fue descendido de categoría. Una temporada estuvo en el rico PSG donde parecía que tendría un retiro dorado, pero volvió el verano de 2019 a la Juve para colgar allí los guantes a la edad de 43 años, si es que algún día lo hace. Un tío del pasado en el fútbol actual tan exigente. Uno de los mejores porteros de las últimas décadas y del que cualquier comentario que hagamos como portero se queda corto.
En 29 de enero de 1966 nació en Río de Janeiro (Brasil) Romario, uno de los mejores delanteros de la historia de este maravilloso deporte llamado fútbol. Porque los goles son la salsa del fútbol y Romario era todo un artista en introducir balones entre los tres palos, además de por sus impresionantes registros, por la manera en que lo hacía, todo un maestro de la definición del que no recordamos que fallara un mano a mano nunca con un portero. Bueno, recordamos que Ravnic le paró un penalti que valió una quiniela.
Debutó en 1985 con el Vasco da Gama y pronto destacó por su magia y por su particular manera de marcar goles. Controlaba perfectamente el balón en carrera, improvisaba sombreros y vaselinas de la nada y era imparable cuando bajando el tren inferior, arrancaba en carrera a portería, y después definía con un toque sutil, con un disparo potente, con un dribbling al portero o picándola; recursos tenía mil, tantos como goles marcó en su carrera. Romario simplemente era «de dibujos animados» como lo definió el gran Jorge Alberto Valdano.
Del Vasco de Gama pasó en 1988 al PsV Eindhoven, y en Holanda estuvo reventando porterías hasta que Josep LLuis Nuñez vio un video suyo y lo trajo al Barcelona en el verano de 1993. Su debut en el Camp Nou fue espectacular, marcó tres goles a la Real Sociedad que fueron tres obras de arte, y nunca hemos vuelto a ver un debut en Liga tan explosivo como el del brasileño. Aquel año marcó los 30 goles que prometió, le enseñó a Alkorta su cola de vaca, a Simeone su carácter y marcó hat-trick al Atlético de Madrid y al Real Madrid, siendo clave para ganar la Liga. Después puso la guinda ganando el mundial de 1994 con su selección.
Pero Romario guardaba una personalidad fuerte, un carácter especial y un gusto exacerbado por la fiesta y la noche. Su segundo año en can Barça fue diferente y salió a mitad de temporada hacia el Flamengo.
Volvió al Valencia en 1996, equipo que siempre mostró gran interés por el brasileño, pero su conducta chocó con la manera de entender el espíritu de vestuario que tenía el sabio Luís Aragonés. Se marchó pronto, y volvió con Valdano, pero cuando el argentino fue destituido, su relevo (el italiano Ranieri) le enseñó la puerta de salida, otra vez por su conducta. Jugó de nuevo en Flamengo, en Vasco de Gama, en Fluminese, fue a Catar, a Miami, a Australia y se retiró en 2009 en el América de Brasil todavía marcando goles con más de 40 años.
Romario era el Rey del Gol, nadie nunca ha quedado tantas veces máximo goleador como él, lo consiguió en 14 ocasiones, pero también era el rey de la polémica. Una bomba tanto en el terreno de juego como en el vestuario.
“Es una persona muy equilibrada, culta, que nos va a hacer disfrutar. Va a ser un lujo para el Oviedo. Si viene hablaremos del fichaje más barato en la historia del club. Con mis criterios y la credibilidad que cada día estoy ganando en esta profesión, pienso que no traemos un cadáver deportivo. Todo lo contrario”.
Esto dijo Radomir Antic cuando Stan Collymore pisó Oviedo el 30 de enero de 2001 para enrolarse en las filas del conjunto azul. Fichaje random que llegó en muy mala forma y que apenas jugó unos partidos antes de volver a Inglaterra. El Real Oviedo descendió a Segunda aquel año, y no ha vuelto a subir a Primera . Un chasco, y un futbolista que en Oviedo no quieren recordar. Y tú lo fichabas con el PC Fútbol.
Stanley Matthews, primer ganador del Balón de Oro, nació un 1 de febrero, y también uno de los mejores delanteros de la época de los mejores delanteros, los años 90.
El argentino Gabriel Omar Batistuta nació el 1 de febrero de 1969, y pocas veces hemos visto tanto olfato de gol en un jugador. El Bati era un delantero espectacular, gran rematador y con una extraordinaria definición. El gol era su seña de identidad, y celebraba sus golazos tal y como jugaba, con energía y pasión.
Jugó para Newells de donde pasó a River Plate, pero Passarella no contó mucho con él, y siendo todavía muy joven fichó por Boca Juniors, gracias a que Calos Aimar si vio sus cualidades de hombre gol. En 1992 llegó a Europa para jugar en la Fiorentina, donde se convirtió en el jugador referencia durante los años 90. En el 2000 fichó por la Roma, club con el que consiguió ganar el scudetto, y en 2003 jugó para el Inter de Milan antes de tener un retiro dorado en Qatar. Incansable, todavía practicó su otra pasión, el polo. Cuando dejó de correr y cabalgar estaba tan fatigado que pidió que le amputaran las piernas, por suerte nadie le hizo caso.
Qué golazos ha metido Batistuta ¡madre mía! y quién pudiera verlo hoy silenciando o haciendo saltar los estadios más modernos.
Y el 1 de febrero de 2014 nos dejó tristemente un hombre de fútbol de verdad, un apasionado y un ganador que dedicó toda su vida al arte de la pelota, Luis Aragonés.
Nació en Hortaleza y jugó en el Club Getafe Deportivo, hasta que el Real Madrid lo fichó cuando tenía 19 años. Nunca debutó en el primer equipo blanco. Fue cedido al Recreativo de Huelva, Hércules, Úbeda CF y Real Oviedo, hasta que en 1961 lo ficha el Real Betis, donde juega tres temporadas.
Tras sus buenas campañas de verdiblanco llegó al Atlético de Madrid en 1964 y allí el destino le tenía reservada una bonita historia romántica con el club colchonero.
Diez años estuvo Luis como futbolista del Atleti, donde su juego fue madurando hasta convertirse en un 8 completo, organizador y líder de un equipo que ganó tres Ligas y 2 Copas, y que a punto estuvo de ganar la Copa de Europa del 74 con un magistral tiro libre de Luis, pero cuando el Atlético de Madrid ya tocaba la gloria, empató el Bayern de Munich en el último minuto. Hubiera sido la guinda a una gran carrera como futbolista.
En la siguiente temporada, Luis con ya más de 35 años pasó de ser futbolista a sentarse en el banquillo en pocos días. Un banquillo en el que pronto haría historia consiguiendo la Intercontinental y haciendo al club del Manzanares campeón de Liga y Copa en sus primeros años como técnico.
Desde el banquillo, Luis se mostró, sobre todo, como un extraordinario motivador. El Sabio de Hortaleza dirigió al Atlético en varias etapas, y al Real Betis; entrenando también al Barça, Espanyol, Sevilla, Real Oviedo, Valencia, Mallorca, Fenerbahce y a la selección española a la que condujo a la gloria después de muchos años al conquistar la Eurocopa de 2008, dejando además un estilo de juego y unas maneras que serán difíciles ya de abandonar. Ahora ya sabemos todos cómo tiene que jugar España.
Anécdotas y frases célebres tiene mil: calentar con traje junto a los futbolistas en El Plantío, decirle a un asistente que no pise el escudo del Atleti, sacudir a Eto’o, mirar a los ojitos a Romario o motivar a Reyes a su manera. Zapatones se ganó el respeto del fútbol español con sus palabras y su carácter, y calló las bocas de los que dudaron de él y no lo comprendían.
Se echa de menos gente como Luis en los vestuarios de nuestro fútbol moderno. Se echa de menos su mirada y su sonrisa. Hoy queremos imaginarlo allí arriba, sentado en un sillón con un cigarrillo y una copichuela, y soltando algún chiste futbolero mientras ve el derbi madrileño. Porque pocos disfrutaron tanto de este juego, como lo hizo Luis Aragonés Suárez.
Eterno.

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