El balón de Oro de Stoitchkov

Miki Duque

El 20 de diciembre de 1994, Hristo Stoitchkov era coronado en París como Mejor Jugador Europeo del año (por aquel entonces sólo los oriundos del Viejo Continente optaban al premio), flanqueado en el pódium por dos legendarios italianos como Roberto Baggio y Paolo Maldini.El búlgaro arrasó en la votación, al obtener 210 puntos de un de un máximo posible de 225. ‘Il divino codino’, probablemente el futbolista más talentoso que se haya enfundado nunca la camiseta de la Nazionale Italiana di Calcio, fue segundo con 136, mientras que ‘Il bello’, en opinión de un servidor el mejor defensor de todos los tiempos por la sencilla razón de ser el único considerado entre los grandes de siempre en dos posiciones diferentes de la defensa, fue tercero con 109.

En el año 1994, Hristo fue campeón de LaLiga y subcampeón de la UEFA Champions League con el FC Barcelona, siendo además máximo goleador de la competición continental. Igualmente, fue el goleador del año para la IFFHS International Federation of Football History & Statistics, un premio que se otorga al futbolista que más goles internacionales hace en un año, sumando club y selección. Pero además y sobre todo, consiguió un hito para la historia: fue semifinalista, 4º clasificado y Bota de Oro del Mundial USA ’94 con su Bulgaria, liderando a aquella generación, tan anárquica como talentosa, y sobre todo rebelde, adjetivos que encarnaba como nadie nuestro protagonista. Ese año, Romário Faria ganó lo mismo que Hristo con su club, siendo además Pichichi de La Liga (asistido en muchos goles por el búlgaro). Y luego fue Campeón del Mundo con Confederação Brasileira de Futebol, además de ser elegido como Balón de Oro del campeonato, por lo que mucha gente dice que de haber estado el premio abierto a sudamericanos, ‘O baixinho’ se lo habría llevado.

Yo tengo muchas dudas porque, aunque fuera en un rol más de pasador, Stoichkov hizo una liga igualmente espectacular (siendo el segundo goleador del equipo), y porque en Europa estuvo a un nivel claramente superior al del brasileño. Pero sobre todo, porque creo que el mérito de ser máximo goleador y 4º clasificado con Bulgaria es infinitamente mayor que el de ser elegido mejor jugador y ganar el título con Brasil. Bueno, no es que lo crea, es una evidencia matemática e histórica. Brasil en ese momento ya había ganado 3 Mundiales y varios de sus futbolistas habían sido elegidos los mejores de sus respectivos campeonatos. Después, jugaron otra final y ganaron otro Mundial. Y más pronto que tarde, volverán por sus fueros. Bulgaria, sin embargo, nunca había pasado de la primera fase, y ni que decir tiene que jamás un jugador suyo se había acercado a los máximos goleadores de una Copa del Mundo. Por supuesto, después ha sido más de lo mismo, y lo más probable es que no veamos, en el tiempo que nos queda de vida, una gesta internacional como aquella del pequeño país del Este. Pero además, hay otra cosa que poca gente sabe, muy poca recuerda y ninguna dice, algo de lo que nadie habla. En el año 1992, cuando Hristo Stoitchkov fue pieza absolutamente clave -por no decir directamente la estrella- del que hasta ese momento había sido el mejor FC Barcelona de todos los tiempos, campeón de LaLiga y de la Copa De Europa por primera vez en su historia, el ganador del Balón de Oro, Marco Van Basten (que ganaba su tercero, con 98 puntos por 80 del búlgaro), en una muestra de sinceridad y honradez que agigantaba su figura más allá de lo grande que era en el campo, declaró: “Este año se lo merecía más Stoichkov”.

Así pues, podemos concluir que, uno por el otro, Hristo Stoitchkov se retiró con un Balón de Oro y un Balón de Plata más que muy merecidos. Y es que el velocísimo y corajudo zurdo, siempre con el ‘8’ del Barça y de Bulgaria a la espalda, es uno de los únicos 4 futbolistas de todos los tiempos que ha sido tanto Bota de Oro de las ligas europeas, como Bota de Oro de un Mundial como Balón de Oro. ¿Los otros 3? ‘La Pantera’ Eusébio da Silva Ferreira, ‘El Torpedo’ Gerd Müller y ‘El Fenómeno’ Ronaldo Nazário. Casi nada.