Elías Figueroa

Seguimos con los cumpleaños de los grandes futbolistas porque el 25 de octubre toca felicitar a uno de los mejores defensas de la historia, el chileno Elías Figueroa. 

En Europa siempre valoramos, incorrectamente, a los futbolistas según su rendimiento en nuestro continente, pero hay grandes futbolistas a los que no les hizo falta vestir la camiseta de ningún club europeo para entrar en las listas de los mejores de la historia, Elías Figueroa es uno de ellos. 

Una revolución de zaguero, intuitivo, inteligente y elegante, que leía el fútbol mucho más rápido que los demás de su generación, y se anticipaba a cualquier acción para recuperar la pelota y sacarla siempre jugada para montar un contraataque. Un líder, que además de jugar con cerebro combinaba técnica (le pegaba con las dos piernas) y fuerza. Nadie le sobrepasaba: «el área es mi casa, y ahí entra quien yo quiera», y con esa seguridad, visión de juego, dotes de mando, liderazgo, valentía y gran juego por alto, se convirtió en un futbolista que dominaba todas las facetas del juego y que fue capitán allá donde jugó. 

«Elegante como un conde de smoking, peligroso como un tigre de bengala. Elías Figueroa fue el zaguero perfecto»

Así lo describió un escritor brasileño. Allí en Brasil, jugando para Internacional, el chileno marcó el famoso Gol Iluminado, cuando un rayo de luz se cruzo en su remate de cabeza para lograr la victoria y el campeonato en un partido contra Cruzeiro. 

Debutó en 1964 en Unión la Calera y destacó en Santiago Wanderers hasta que el Peñarol de Uruguay se hizo con sus servicios en 1967. Tras unos buenos años como carbonero fichó en 1972 por el Internacional de Porto Alegre. En 1977 volvió a Chile para jugar en Palestino, y tras una aventura en Estados Unidos, se retiró en Colo Colo en 1982. 

Fue nombrado mejor futbolista de América en 1974, 1975, y 1976.