Fabien Alain Barthez

Seguimos con el fútbol de selecciones y con nuestra semana dedicada a futbolistas con poco o ningún pelo, y ya que juega Francia recordamos a la calva más brillante del fútbol galo que uno pueda recordar, al portero Fabien Barthez, pero lo vamos a recordar con pelo, como casi nadie lo recuerda.

En 1991 debutó en el futbol profesional defendiendo el marco del Tolouse, y apenas dos años después ya era campeón de Europa con el Olympique de Marsella, siendo durante años el portero más joven en levantar la orejona. Años después un tal Iker le arrebató el récord. 
Tras el escándalo que descendió al OM a la segunda división, Barthez fue uno de los que se quedaron para devolver a los marselleses a la gloria, pero en 1995 fichó por el Mónaco donde ya con un nuevo look conquistó dos campeonatos de Francia. 

Era un portero de esos con estilo propio, que parecía de patio de colegio pero que tenía su carácter y combinaba cantadas antológicas con paradas realmente espectaculares. En 1998, llegó su mejor momento, cuando se convirtió en el calvo más famoso de Francia al proclamarse campeón del mundo. En el recuerdo el famoso beso de la suerte de su amigo Laurent Blanc antes de cada partido. 

En el el año 2000, el Manchester United buscaba un portero que hiciera olvidar a Peter Schmeichel, y Alex Ferguson se fijó en Barthez que jugaría para los Red Devils durante tres temporadas fiel a su estilo intermitente, capaz de lo mejor y de lo peor. 
Regresó a Marsella en 2003, y en 2005 casi logra otro título europeo para el OM, pero el Valencia les arrebató la UEFA en un gran año del conjunto che. 

Finalmente se retiró en el Nantes, y cuando colgó los guantes pilló un casco para dedicarse a su otra pasión, el automovilismo.

Panini Barthez OM