Ya no hay casi futbolistas con el pelo blanco, ¿dónde están? ¿se tiñen? ¿les dejan jugar? A la mayoría de seguidores de Odio el Fútbol Moderno en seguida les viene a la cabeza Fabrizio Ravanelli si piensan en un futbolista con el pelo canoso. Fue en su época uno de o grandes delanteros, o al menos de los más carismáticos, y que marcó goles muy importantes durante su carrera, especialmente vistiendo el blanco y negro de la Juventus de Turín.
El gran Rava comenzó a darle patadas al balón en su Perugia natal, pero en su etapa en la Reggina cuando Trapattoni se fijó en este poderoso delantero, de imponente físico y que llamaba la atención por la cantidad de canas que lucía en su pelo para ser tan joven. En 1992 llegó a la Juve y empezó a ganar títulos en un equipo de leyenda. Una UEFA, una Copa de Europa ante el Ajax, el Scudetto y la Copa de Italia. Sus 4 temporadas en Turín no pudieron ser más exitosas. Además, en el minuto 12 de aquella final de Champions de 1996 ante el Ajax, Ravanelli abrió el marcador y ese gol valdría finalmente para levantar la segunda orejona en la historia del club. La última que ha podido celebrar la Juventus.
Fichó después por el Middlesbrough inglés, debutando con un hat-trick contra el Liverpool y ganándose con sus goles a la afición del Boro. Goles que solía celebrar metiendo la cabeza dentro de la camiseta y corriendo como pollo sin cabeza. También son recordados sus goles con el Olympique de Marsella, y con la Lazio, donde ganó otro Scudetto. Derby County, Coventry City y Dundee United también celebraron goles de Penna Bianca, que se retiraría finalmente en el Perugia. Con la selección italiana anotó 8 goles en los 22 partidos que disputó.
Un crack, de los delanteros más simpáticos de los 90, y que tenía buen remate, mucho juego de espaldas, aportaba mucho trabajo y tenía mucho gol.
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