Cada 6 de junio cumple años Fernando Redondo, un futbolista con mayúsculas, de los mejores de la década de los 90 en su posición y también uno de los jugadres más elegantes que se pueda recordar.
Redondo era en sus tiempos un centrocampista con dotes de liderazgo, gran recuperador de balones y que a la vez trataba bien el cuero, con la maestría que tanto le caracterizaba, y que levantaba al público de sus asientos con sus conducciones melena al viento hacia portería contraria. Todo en él era bello, sus movimientos, sus controles, sus pases, la manera en como protegía el balón, hasta cuando abría los alerones y repartía cera lo hacía como un señor.
Alex Ferguson llegó a decir de él: “¿Qué tiene ese jugador en las botas? ¿Imanes?” después de una memorable jugada en Old Trafford. Una obra maestra.
Argentinos Juniors fue el primer y único club con el que Redondo jugó en Argentina, que llegó muy joven a España, en 1990 al Tenerife, donde rápidamente agarró la batuta de un equipo que hizo grandes temporadas bajo las ordenes de Jorge Valdano, y que tuvo la insolencia de quitarle dos Ligas al Real Madrid cuando los blancos ya se veían campeones. Precisamente al Real Madrid fue Redondo junto a Valdano en 1994, y el cinco dio grandes tardes al madridismo, siendo pieza fundamental y ayudando a ganar dos Ligas y dos Copas de Europa. En el año 2000 fichó por el Milan, donde las lesiones le impidieron demostrar el futbolista que era, retirándose en 2004 tras estar demasiado tiempo inactivo.
Un futbolista con talento y con clase, y también con garra y carácter, un cinco con muy buenas maneras y un look inolvidable que copiaron muchos chavales en los 90, incluso muchos futbolistas. El Príncipe.
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