Hay fútbol los lunes en Inglaterra y la jornada se cerrará con un siempre emocionante Chelsea-West Ham, partido de alta tensión en casa de los Terry, y también en la del técnico Blue, Frank Lampard.
Su padre, Frank Richard George Lampard, fue toda una leyenda del West Ham, un lateral con carácter y pundonor que estuvo desde finales de los años 60 hasta mediados los 80 comprometido con la camiseta de los Hammers. Después fue cuñado y asistente del entrenador Harry Redknapp, y su hijo, el pequeño Frank Lampard Jr. se crió en el club del este de Londres.
El joven Lampard pasó en 1994 a formar parte del primer equipo, cuando todavía era un niño de cabello repeinado. En seguida demostró sus cualidades como futbolista: un centrocampista fino, de los que tratan bien el balón, con buen golpeo, técnica exquisita, mucha visión de juego y una capacidad impresionante para liderar y organizar el juego del equipo.
Estuvo un año cedido en el Swansea, y cuando maduró y ya se había convertido en uno de los mejores futbolistas del West Ham, fichó por el Chelsea. Era el año 2001, y aunque todavía quedaban dos años para el desembarco del millonario Abramovich, los Blues ya se estaban convirtiendo en uno de los equipos referentes de Inglaterra y Lampard sería el motor y cerebro en el proyecto de un equipo que quería hacer historia.
Hasta 2014 se mantuvo como líder del Chelsea, marcando más de 200 goles y siendo clave para que el equipo consiguiera tres ligas, una Champions y una UEFA entre otros títulos.
Además, jugó más de 100 partidos como internacional, participando con la selección inglesa en tres mundiales y dos Eurocopas. Un todocampista que quiere ser leyenda ahora como técnico, equipo tiene para hacer algo grande.
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