Geremi era el tipo de jugador que todo entrenador quiere en su equipo, pues era capaz de jugar en cualquier posición y siempre rendía bien.
Nacido en 1978 en Camerún, se salía de manera desmesurada en el FC Racing Bafoussam de su ciudad natal. Y se fijó en él un club paraguayo: el Cerro Porteño. A Paraguay se fue Geremi donde apenas estaría seis meses. Siendo todavía una chaval, ya iba trotando por clubes y descubriendo mundo. Así, tras su aventura sudamericana, el camerunés puso rumbo a Turquía para jugar en el Gençlerbirligi turco.
En el fútbol turco se destapó como futbolista y fue nombrado mejor futbolista extranjero de la liga turca. 11 goles anotó en las dos temporadas en que jugó en el equipo rojinegro y eso que solía desenvolverse como lateral derecho o como defensa central.
Geremi era un defensa fornido, su físico era extraordinario y era capaz de saltar a gran altura. También, era muy veloz, siete veces más fuerte que tú, y siempre estaba de buen humor. Destacaba por su físico pero también por su oficio y su profesionalidad. Tales condiciones cautivaron a J.B. Toshack que por aquel entonces entrenaba al Besiktas. En 1999, cuando el galés fue el elegido para ocupar el banquillo del Real Madrid, no dudó en recomendar su fichaje y Lorenzo Sanz pagó 700 millones de las antiguas pesetas por contentar a su entrenador.
En el Real Madrid se encontró de todo, un vestuario difícil y una montaña rusa de equipo. Él salía de lo que fuera (central, defensa, medio centro, lateral…) y siempre cumplía. Además, ya con del Bosque en el banquillo fue uno de los que mantenían el vestuario unido. Ganó dos Copas de Europa, las de 2000 y 2002, pero no jugó en ninguna de las dos finales.
Tras el Real Madrid, Geremi puso rumbo a la Premier. En Inglaterra jugó para el Middlesbrough, Chelsea y Newcastle. En sus tiempos en Stamford Bridge también conquistó el corazón de Mourinho. Ya en 2009 volvió a Turquía y finalmente se retiraría en Grecia.
Un portento físico y un hombre de vestuario que jugó más de 100 partidos con su selección. Uno de los que más.
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