Cuartos de Copa en Italia , y Derbi della Madonnina. El Inter-Milan hace un tiempo era uno de los mejores espectáculos deportivos del planeta y reunía a los mejores futbolistas del momento. San Siro se llenaba de color. Neroazurri y Rossoneri libraban su puntual batalla para conquistar la capital de Lombardía. El duelo, a pesar de todo, hoy todavía mantiene en vilo a la ciudad de Milan, a Italia y al mundo entero, y también a la familia Baresi que vive el derbi con el orgullo de haber dado una leyenda a cada club, Giuseppe para el Inter y Franchino para el Milan.

Los hermanos Baresi quedaron huérfanos a muy temprana edad y fue su hermana mayor, Lucía, quien cargó con la responsabilidad de criar a las dos criaturas. Viendo su pasión por el fútbol, les consiguió una prueba con el Internazionale, Giuseppe pasó de sobras, pero el pequeño Franchino no fue admitido debido a su corta estatura. Así que uno se vistió la camiseta negra y azul y el otro terminó vistiendo la roja y negra gracias a algún iluminado que priorizó el físico al talento, con el tiempo ambos se convertirían en leyendas.

Giuseppe, el mayor, debutó con la zamarra del Inter con tan solo 19 años en 1977 y, actuando como defensa central o medio de contención, disputó casi 400 partidos de Serie A entre las temporadas 77 y 92. Se convirtió en capitán del Inter y ganó dos scudettos, dos copas, y una UEFA. Además participó en la Eurocopa del 80 y en el mundial de 1986 con la selección italiana. Se retiró en el Modena a los 36 años, cuando ya lo había dado todo en el club de sus amores.

Su hermano pequeño, el descartado Franco, también triunfó en San Siro pero con la camiseta del rival. Superó con creces el palmarés de Giuseppe, y se convirtió en un líbero de referencia a nivel mundial. Un apellido y dos destinos, hoy ambos no querrán perder el choque entre sus amados equipos.