Goran Vlaović

Goran Vlaovic tuvo una infancia marcada por la tragedia. A los 12 años perdió a su madre y en la maldita guerra una bomba serbia acabó con la vida de su padre. Para entonces, Vlaovic ya había abandonado el seminario y cambiado la sotana de sacerdote por el pantalón corto y se había convertido en futbolista profesional. Debutó en 1989 en el NK Osijek de donde pasó en 1991 al Dinamo de Zagreb. Allí marcó goles hasta con el culo y se convirtió en el máximo goleador del campeonato por dos veces consecutivas.

En 1994 fichó por el Padova que acababa de ascender a la Serie A y trataba de consolidarse en el campeonato italiano apostando por jóvenes talentos y por gente tan variopinta como Alexi Lalas. En su primera temporada en italia sufrió un accidente de tráfico y en el hospital donde fue atendido le diagnosticaron un tumor cerebral. Salió de esa, pero pasó demasiado tiempo fuera de los terrenos de juego. Aun así, en las dos temporadas que jugó en Padova mostró su talento y al finalizar su contrato le esperaban clubes tan importantes de Alemania, el Napoli, y el Valencia, que fue quien finalmente se llevó al delantero. Era muy astuto, letal, y sabía siempre donde situarse para crear peligro. El gol al Real Madrid en el recordado 6-0 fue un ejemplo de lo intuitivo que era el croata, el balón golpeó en los postes y fue a parar a las botas de Vlaovic que parecía tener magnetismo dentro del área, todos los balones iban a él. Del 96 al 2000 jugó en el conjunto de la capital del Turia, anotó 28 goles en 107 partidos, y se convirtió en un delantero revulsivo y resolutivo del que se le guarda cariño.

La llegada de Héctor Cúper al banquillo le privó de minutos y se fue al Panathinakos donde jugó las últimas cuatro temporadas de su carrera, dejando muestras de su capacidad goleadora y su pundonor. Formó parte de la gran selección croata que quedó tercera en el mundial de 1998, y disputó también la cita mundialista de 2002. Además marcó el primer gol oficial de la historia de la selección croata en un torneo internacional, en la Euro del 96. Al terminar su carrera, no perdió el tiempo y se metió de lleno en el lado oscuro del fútbol moderno. Se montó una agencia de representantes junto a sus amigos y compañeros de Selección Boris Zivkovic y Mario Stanic,y parece que no les va mal el negocio.

Goran Vlaovic cromo Panini 96