Grandes bigotes del fútbol

Un divertido fanzine tributo a los futbolistas de antes

“De cuando los futbolistas jugaban con bigote”. Cuántas veces habremos escuchado o leído esa frase. Sin duda, el bigote identifica más que nada a un fútbol que ya se fue. El proceso de mercantilización de este deporte, los sponsors, los asesores de imagen, los derechos, la metrosexualización de los futbolistas y como no, las redes sociales, han provocado que el futbolista cuide hasta el más mínimo detalle de su aspecto y haya sacado del cajón la maquinilla de afeitar y la cera para depilar. ¿Cuántos futbolistas han aparecido ya en anuncios de Gillette? Lo mejor que le podía pasar a los aficionados al fútbol era ver a sus héroes no muy diferentes al frutero, fontanero o conductor del autobús. No, Beckham y Ljungberg no anunciaron calzoncillos mostrando bigote y pelo en el pecho. Y la moda hipster poco o nada ha atraído a las principales figuras. Más allá del Bellerín o el Roque Mesa de turno ¿Ya no hay bigotes en el fútbol? Hubo un tiempo en que el vello poblaba la cara de los mejores futbolistas del momento. Y con bigote jugaron muchos cracks del balón. En las porterías felinos con bigotes de pantera, en la defensa los bigotes más duros, en el centro del campo los bigotes más astutos y en la delantera auténticos killers que metían goles hasta con los pelos de su mostacho. Bigotes de todo tipo que vamos a repasar, algunos dejaron huella en el fútbol para siempre. Bigotes para todo tipo de personas, para calvos y melenudos, para altos y bajos, para jugadores de cualquier pais y cualquier raza. Bigotes, bigotillos, bigotines, bigotazos… seguro que nos dejamos a algún ilustre entre tanto vello, pero que sirvan estas páginas para homenajear a nuestros héroes de carne y hueso.