Guillermo Carlos Morigi

Cuando uno piensa en la heroica remontada del Valencia en el Camp Nou en 1998, en seguida le viene a la cabeza el nombre de Morigi. El volante argentino tuvo un paso discreto por la Liga, pero fue el gran protagonista en aquel partido loco, disputado un frío 19 de enero, y que terminó ganando el Valencia por 3-4 a pesar de que el conjunto che perdía 3 a 0 en el minuto 69.

Guillermo Carlos Morigi nació en Corrientes (Argentina) y se formó en la escuela de Vélez Sarsfield, debutando en el primer equipo con 19 años en el final de la era Bianchi. Era un centrocampista eléctrico en la banda izquierda, luchador y cumplidor, que también podía actuar como lateral. En Vélez no tardó en consagrarse como una de las mayores promesas del fútbol argentino e incluso llegó a debutar con la selección albiceleste en un partido amistoso.

En 1997, Jorge Valdano lo reclutó para su Valencia, donde coincidiría con compatriotas de nivel: Piojo López, Fernando Cáceres, Burrito Ortega; y con uno de los mejores delanteros del mundo, el brasileño Romario da Souza. Las expectativas de aquel equipo eran realmente altas. Sin embargo, el equipo tuvo un mal comienzo de Liga que terminó con el cese de Valdano y con problemas disciplinarios de Romario que volvería a Brasil. Para apagar los fuegos del vestuario y el entorno de Mestalla, llegó un entrenador semi-desconocido, un italiano llamado Claudio Ranieri. El del pelo blanco, con su simpatía, conectó pronto con la afición del Valencia y con el grupo de futbolistas y el equipo fue mejorando su rendimiento. El 19 de enero de 1998, llegó la visita al Camp Nou, y sucedió algo increíble.

En el minuto 65 entró Morigi al terreno de juego y nadie podía pensar cómo aquel chaval de pelo largo iba a alterar el marcador que apuntaba a goleada: 3-0. En el minuto 69, Morigi se aproximó a la portería defendida por Ruud Hesp para, tras una buena jugada de Claudio López, desmarcarse y anotar con un disparo rasito y al lado. Fue su único gol con la camiseta del Valencia. En la siguiente jugada fue el Piojo el que anotó el 3-2 que hacía temblar el Camp Nou. En el 88 volvió anotar el enemigo público número 1 del Barça de Van Gaal y un minuto después, Guillermo Morigi vio a Ariel Ortega desmarcarse y envió un balón al hueco que el Burrito controló y mandó a la red de forma magistral. Remontada con gol y asistencia en los mejores 25 minutos de Morigi en toda su historia.

La siguiente temporada, el héroe del Camp Nou, no tendría apenas protagonismo y decidió volver a Liniers en el mercado de invierno. Volvió a brillar en El Fortín, donde jugaría tres temporadas, después tuvo un paso fugaz por Racing y finalmente colgó las botas en el Barcelona de Guayaquil, en el año 2004, tras una grave lesión. Tenía tan solo 30 años.

Tras su prematuro retiro, se puso a entrenar en la cantera de Vélez Sarsfield. ¡Qué noche la de aquel año, Morigi!

Cromo Morigi con el Valencia