Hoy comienza otra Eurocopa moderna, con el mismo número de selecciones participantes que tuvo el mundial de Italia 90. Nos vamos a chupar un montón de partidos y veremos cuántos guardaremos en nuestra memoria, cuántas imágenes recordaremos con los años y qué futbolistas van a hacer historia. Por mucho partido que se juegue ahora, antes la Euros molaban más, de la última edición, por ejemplo, no recordamos casi nada, tan solo un portero húngaro jugando con pantalón de chándal, y poco más.
Pero rueda el balón del fútbol moderno en otra gran cita y lo hace con un Turquía-Italia que se disputará en Roma, así que vamos a recordar al gran delantero turco de los 90 y parte del nuevo milenio, probablemente el mejor delantero turco que vieron nuestros ojos, máximo goleador de la historia de Turquía y leyenda del Galatasaray, y que también jugó en Italia.
Hakan Sukur era un peligro en el área, con su remate y su definición. Además era un luchador constante, un delantero fuerte, y uno de los artífices de que el país otomano quedara tercero en el mundial 2002, o que el Galatasaray ganara la UEFA del 2000. Lo intentó tres veces en la liga italiana, primero en el Torino en 1995, después en el Inter y Parma, y también en la Premier con el Blackburn, pero su aportación fuera de Turquía fue escasa. Como anécdota, Hakan Sukur conserva el récord de marcar el gol más rápido en la historia de un mundial, cuando a los 11 segundos anotó en el partido por el tercer puesto contra Corea.
La política está en todo y también en la cabeza de Sukur que fue seguidor del “movimiento Gülen” desde su juventud, movimiento antes próximo a Erdogan y ahora considerado enemigo del gobierno turco por lo que el ex-futbolista vive exiliado en EEUU, donde montó una cafetería con una buena carta de platos vegetarianos. El propio Sukur ha sido noticia esta semana al decir que la cafetería se le comenzó a llenar de gente extraña, lo que provocó que ahora se dedique a vender libros y ser chofer de Uber.
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