Odio el Fútbol Moderno cumple siete años, siete años en los que no ha parado de escribir ni un día, y nuestra constancia tuvo premio en 2016, tras dos años escribiendo sin parar, cuando nuestro número de seguidores comenzó a dispararse sin haber invertido nunca ni un solo centavo en publicidad. Aquel crecimiento tuvo recompensa en forma de libro, y hoy seguimos ilusionados con nuevos proyectos que ayuden a recordar el fútbol de antaño y a denunciar las aberraciones del fútbol contemporáneo, seguimos a pesar de todo.
Desde el principio, intentamos tratar la página como una revista, y la sección que más popularidad nos ha dado siempre es la de “el cromo del día”; hoy queremos repetir uno de los primeros cromos que publicamos, el de Igor Korneiev, que además va al pelo ya que el ruso tuvo su protagonismo en un Barça-PSG.
Korneiev llegó al Espanyol de Barcelona en 1991 junto a los otros rusos Galyamin, Moj y Kuznetsov, y venía como el mejor futbolista ruso del año. Una vez en España, vivió un descenso con el Espanyol, en esa temporada, el pobre Igor erró un penalti muy importante en el Plantío de Burgos por querer tirarlo ‘a lo Panenka. Fernando Lara, entonces vicepresidente del Espanyol, dijo de él que “es vago, insolidario y poco comprometido con el equipo”. Aun así, su técnica y su calidad cautivaron a Johan Cruyff que se lo trajo al Barça en 1994, después de que el ruso volviera con su selección del mundial de los Estados Unidos. Ya de azulgrana, en Liga apenas tuvo oportunidades, salió al terreno de juego en 12 encuentros y no vio puerta en ninguno. Pero, se le recuerda un gol en Champions contra el PSG, un gol que valió un empate pero no una eliminatoria, un gol bastante chustero por cierto. Tras su decepcionante paso por can Barça, se fue a Holanda, donde militó en el Herenveen, Feyenoord y NAC Breda, demostrando que tenía detalles de buen futbolista. Ha ejercido de segundo de Hiddink con la selección rusa, ya que Igor es poliglota y habla ruso, holandés, español, inglés y catalán en la intimidad.
Igor Korneiev, un mediapuntita o segundo delantero al que le faltó confianza para triunfar en un grande como el Barça, pero que tuvo su momento de gloria en un partido como el de hoy.
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