¡Qué se acabe ya la Liga! ¡qué no se juegue más! eso fue lo que pensé por un momento anoche. El fútbol no lo es todo en la vida, y aproveché para hacer lo que hacía mucho tiempo que no hacía, tener un clásico domingo de cine. Fui a ver la peli de moda, que no está mal, una especie de Taxi Driver moderno con otro papel brillante de Robert De Niro. Al salir, todavía angustiado por la ansiedad que me produjo el film en sus primeros compases, y portando una medio sonrisa como de quién no ama, pasé por delante de un bar de los de siempre donde pude visualizar la clasificación de la jornada al termino (o casi) de la jornada 10. El Granada líder. El Granada líder. Qué un ejercito de payasos invadidos por el odio se revele contra el sistema y la élite, qué esos mismos payasos quemen contenedores y hagan barricadas con cubos y bolsas de basura, qué ardan las ciudades alrededor del mundo mundial, pero que no se juegue el Barça-Madrid, y que se termine así la Liga. Fugaz y perturbado pensamiento el mío, pero qué bonito sería hacer de este Granada nuestro propio Leicester durante el máximo tiempo posible.
Diego Martínez Rivas tenía poco más de nueve años cuando en 1989 coleccionaba los cromos de Batman, hoy 30 años después, el chaval está haciendo historia como el mister más joven de la Liga, con su recién ascendido Granada líder en solitario, a falta del partido que todavía deben disputar las dos multinacionales. Los Cármenes es un fortín, los rivales van cayendo, esta vez le tocó al desesperante Betis de Rubi, por 1-0, con un gol que subió al marcador cuando había un defensor bético gimiendo sobre el césped. Sus compañeros no lanzaron el balón fuera, y por ello el árbitro no paró el juego cuando el Granada recuperó el esférico y encaró portería para anotar el único gol del encuentro. Justicia valida, y callejera.
Y ahí queda el equipo nazarí en primera posición, con sus 20 puntos tras 10 jornadas, la Liga es sueño.
19 puntos tienen Barça (que no jugó), Atlético, Real Sociedad y Sevilla. El Atlético de Madrid supo sufrir como casi siempre para vencer a un Athletic a la deriva. Espectacular de nuevo el portero Oblak, que logra mantener casi siempre la portería a cero, y que supo contener el peligro inicial bilbaíno. Los del Cholo no perdonaron después, y lograron imponerse por 2-0.
La Real Sociedad logró vencer al Celta en Balaídos, con un solitario gol obra de la prometedora conexión escandinava Odegaard-Isak. Respecto al Celta, sé de uno que puso todo su empeño en conformar un equipo del Comunio con Iago Aspas y Santi Mina, pensando que se aseguraba casi el 80% de los goles que anotaría el Celta en la Liga, pero claro, otra cosa es que el Celta marque algún día. Cinco tristes goles en las 10 primeras jornadas, pobre bagaje para un equipo que no carbura. El que si que chuta es el Sevilla, que a base de ataques y ataques pudo perforar dos veces la meta de un soberbio David Soria. 2-0 al Getafe, y el Sevilla de Julen Lopetegui que no se quiere separar del grupo de cabeza de esta Liga Moderna.
Un grupo de cabeza donde se quiere meter el Villarreal, que dará que hablar mientras sigan tan enchufados Gerard Moreno y Ekambi, su pareja de delanteros que aspiran a hacer otra campaña para la historia grogueta, como ya hicieron los Forlán-Nihat, como Rossi-Nilmar. 4-1 vencieron los amarillos al Deportivo Alavés, y qué calidad tiene Santi Cazorla a pesar de sus lesiones, “no será el de antes”, “no podrá volver a jugar”, y ahí sigue Santi partido tras partido, derrochando energía, entrega y detalles como si tuviera 20 años, como si pudiese jugar aunque estuviese cojo.
Los Cármenes y El Madrigal son un fortín, también el Sadar, donde Osasuna lleva ya 30 partidos sin conocer la derrota. Ya lo dijo Odio el Fútbol Moderno, que pocos equipos sacarán puntos este año de Pamplona. El último en caer el Valencia de Celades, que comenzó ganando, pero una payasada de Rodrigo Moreno dejó al equipo en inferioridad numérica y Osasuna se encomendó al calor de su afición para materializar una remontada que deja al conjunto rojillo en una más que cómoda octava posición.
Uno tiene que saber de donde viene y a donde va para no terminar haciendo el ridículo, y el levantinista Coke Andújar no tuvo otra que dedicar unas palabras a su propia afición por el pésimo partido de los granotas ante el renovado Espanyol de Machín. Mira Coke, chaval, quizás el Ciutat no sea la caldera de el Sadar, quizás la afición del Levante no cante a cappella y ponga la piel de gallina a todo el estadio con canciones como El Arrebato, pero esa afición que pagó una entrada para ver de nuevo un equipo cuyos jugadores nunca ponen la quinta marcha, es la misma afición que salvó a un club que agonizaba y deambulaba moribundo, y que hoy celebra y puede presumir de tener ya más de 110 años de historia. Respeto y a jugar.
También pudo celebrar la afición del Real Valladolid la primera victoria de los suyos esta temporada en Zorrilla. Se ganó 2-0 al Eibar, y yo sé de uno que está encantado de tener a un tal Salisu en su equipo del Comunio. Gol del zaguero ghanés que está cumpliendo de maravilla con tan solo 20 años. Gol moderno, de esos que miden las rayas y los centímetros para ver si tiene la punta del pie en fuera de juego, y que se celebran unos minutos después de que el balón se aloje en las redes, asco de tecnofútbol.
Y la gran alegría de la jornada (después de la de Granada claro) la dio el Leganés con esa primera victoria en Liga que rompió quinielas. Nos gustan los tópicos en el fútbol, nos gusta aquello de entrenador nuevo = victoria segura. Enhorabuena al equipo de Luis Cembranos, que tuvo contra el Mallorca la suerte de la que no disfrutó Mauricio Pellegrino mientras estuvo en el banquillo pepinero. Una vez perdido el miedo, se ven las cosas diferentes en Leganés.
Y no hubo Clásico y no se acabó el mundo, aun así los principales medios siguieron dedicando portadas y noticias chorra sobre los equipos que no jugaban. Y es que payasadas y aberraciones son el pan nuestro de cada día en este show llamado La Liga, que esta vez obsequió al aficionado con un balón de colores e invisible. Por favor, mientras Tebas juega a danzar y mirarse al espejo, mientras se grita a si mismo “Areyoutalkingtumi” algunos preferimos las cosas como siempre, los balones blancos, las botas negras, pero ¡qué se acabe ya la Liga!

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