Fijaos, todos los porteros de la Liga Moderna visten monocolor. Además de la extinción de los pantalones largos como prenda de vestir, los héroes de la portería ya no llevan aquellos pantalones negros, a veces acolchados, bien combinados con medias blancas y con camisetas de diseños originales, artísticos, a veces intransferibles y que tan bien representaban a uno. Cerrad los ojos, pensad en la camiseta de Peter Schmeichel, en la de Oliver Kahn, en la de Bernard Lama, en la de Vitor Bahia, en la de Zubi o en la de Paco Buyo. Sin lugar a dudas el mundial de Italia 90 no hubiera sido lo mismo sin los colores del buzo de Sergio Goycochea…
Los tiempos cambian, y el fútbol cada vez es más impersonal. No hay lugar para la originalidad en este nuevo fútbol de clones. Reivindicamos el fútbol como arte y exigimos que vuelva la pintura entre los tres palos.
Aunque hay cosas que no cambian, y llegamos al fin de la jornada 14 con Barça y Madrid más líderes que antes, y eso que son los peores Barça y Madrid en años, pero las diferencias siguen siendo incontestables, y ahí están colíderes con un partido menos.
El Barça no hace tanto creaba un fútbol hermoso, con posesiones largas de pases al primer toque y detalles que mareaban al rival, hizo de ese fútbol su seña de identidad, incluso rechazaba rifar el balón en un córner o centrar una falta lateral. Hoy es líder sí, haciendo sufrir a sus seguidores en cada partido e inoperante a pesar de los muchos millones que dispone sobre el terreno de juego. Seis de los últimos siete goles de este irreconocible equipo han sido en jugada a balón parado, no es casualidad, pues nueve de los últimos catorce también, y no son giliestadísticas, es una realidad que este Barça no genera nada. A pesar de ello sigue ganando, y el sábado logró remontar en campo del colista Leganés el gran gol de El-Nasyri, de manera rácana, a lo moderno.
El Real Madrid por su parte resolvió bien su partido en casa ante la Real Sociedad. Sabe la afición del Bernabéu que nunca hay que fiarse del retorno de los ex, y muchos pensaron lo peor cuando Ramos regaló a un ex, William José el primer gol del partido a los pocos minutos de juego. Pero por suerte apareció Modric, Benzema, Valverde y el juego colectivo de un equipo que tenía ganas de dedicar un triunfo a su afición. Otra vez buenas sensaciones en la casa blanca, hasta Bale estuvo magnífico en su retorno después de la polémica banderita “Wales. Golf. Madrid. In that order”, veremos si vuelve la paz, veremos si dura la alegría.
El Atleti volvió a ser el Atlético Empates y no logró ganar en Granada, perdiendo puntos respecto a los dos grandes, y perdiendo la tercera plaza en favor del Sevilla que ganó en Pucela por 0-1. Los de Julen Lopetegui siguen mostrándose como un bloque serio, y se avecina temporadón en Nervión, ya lo veremos.
El Athletic Club se aúpa ya hasta la quinta plaza después de asaltar el Sadar y fulminar la impresionante racha del Osasuna en casa. No hay que fiarse de los ex nunca, y el exrojillo Kodro, hijo de una leyenda txuri-urdin, marcó el gol de la victoria que daba los tres puntos de oro.
Inexpugnable hasta la llegada de los leones era el Sadar, todo lo contrario que el campo del Espanyol (ese que ya no sabemos como se llama), allí rival que juega rival que puntúa. Cero victorias pericas en casa en lo que va de Liga, y un empate, el cosechado esta jornada ante el Getafe, en un partido muy moderno, con poco público y con goles de esos de ahora, que nacen en jugada a balón parado. Va mejorando el Espanyol, ya es capaz de empatar en casa, habrá que buscar quién es el gafe, porque no es normal tan mala racha.
El que sube peldaños es el Levante, que superó al Mallorca en el Ciutat gracias a su portero Aitor (siempre para alguna imposible) a los palos (hay fantasmas en el Ciutat ya lo dijimos) y al soberbio gol de Rochina que va para gol de la Liga, para gol de esos que las páginas de Facebook recordarán años y años.
Y ganó el Betis al Valencia y los che continuan en mitad de la tabla. Venga, lo volveremos a decir, que no hay que fiarse nunca de los ex, y en el Villamarín está la prueba, anotó primero el Valencia, pero dos fenómenos que vistieron en su día la camiseta del murciélago certificaron la remontada bética, Joaquín y Canales. El primero está en su quinta o sexta juventud, batiendo récords, y el segundo en la flor de la vida. Con flor o sin flor, Canales marcó un golazo (a balón parado) en el último segundo. Fue un golazo y una victoria épica, de las que cambian el rumbo y el destino de un equipo, veremos si remonta en la tabla el equipo de Rubi.
Como también quiere remontar el Celta, ahora dirigidos por los García Junyent desde el banquillo, Roger conoce bien el campo del Villarreal, es ex “groguet” y allí los celtiñas se reencontraron con el triunfo y de paso Iago Aspas con su juego y con el gol. Hay Liga y hay esperanza para el Celta que tiene a tiro a Mallorca y Eibar.
No están bien los de Mendilíbar, perdieron el derbi en casa ante el Alavés, y eso que Lucas Pérez no marcó esta vez, pero Joselu se vistió de nueve de los de antes para llevar los tres puntos a Vitoria marcando dos goles en los minutos finales.
No te fíes de tus ex, ni te confíes en los minutos finales, ese gol de Canales, o la final de la Libertadores que se disputó también el sábado, con ese Flamengo 2 River 1, partido con final loco que tanto nos ha recordado aquella noche barcelonesa de Champions entre Manchester United y Bayern. Peter Schmeichel, Oliver Kahn y sus peculiares camisetas, todo vuelve en el fútbol y en la vida: las victorias, las derrotas, las modas, los Héroes, los Liverpool-Flamengo, todo, los ex también.

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