Jornada de fútbol marcada por el temporal en muchos estadios, jugándose partidos de esos que antes se disputaban en lluvia y barro, y que la comodidad de los nuevos tiempos dejan con agua pero sin barro ni charcos, adiós al romanticismo del fango. En la mayoría de estadios ni siquiera hace ya falta llevar el paraguas, porque para bien de los tribuneros se dispone de techo y hasta de calefacción, así uno puede disfrutar del fútbol moderno sin preocuparse de que se le enfríe el culo.
Y es que hay cosas que los nuevos tiempos han cambiado y cosas que no, y a falta de cuatro minutos para que terminase la jornada Leo Messi marcó otro de sus goles marca de la casa para poner al Barcelona al frente de la clasificación y de paso ir a hoy a París como un rey a recoger su sexto Balón de Oro, qué para él ya es como coleccionar balones de playa. Seis de esos lleva ya en una década el argentino, el mejor futbolista del mundo actual sin duda. Muy merecido este premio individual, aunque hay quién le reprocha no haber ganado la Champions. Ni caso. A Diego Armando Maradona le hizo falta ganar ni una Libertadores para ser considerado el mejor de América, ni la Copa de Europa para ser considerado el mejor de todos los tiempos, ni Baggio ganó la Copa de Europa en el 93, ni Weah en el 95, ni Ronaldo en el 96 y 97, ni Rivaldo en el 99, ni Figo en 2001… y así podríamos continuar una buena lista de balones de oro que no lograron levantar la orejona en su mejor año. Los mejores del mundo son los que, títulos aparte, hacen disfrutar al aficionado con sus jugadas de fantasía domingo sí domingo también. Esos futbolistas mágicos que se sacan de la chistera una obra de arte como la que hizo Leo ayer en el Metropolitano, un estadio donde todavía no había marcado.
Allí se jugó bajo la lluvia un partido de esos de antes, loco, con ocasiones por los dos bandos, y que cuando parecía que el marcador final sería un injusto 0-0, apareció el de siempre para conducir, encarar, montar una pared y batir a Oblak con un disparo magistral que dio los tres puntos al Barça en un partido también marcado por el retorno de Griezmann a la que fue su casa. Bajo una lluvia de abucheos jugó el francés, era de esperar.
Los catalanes comparten liderato con el Real Madrid, que también sufrió para vencer bajo la lluvia de Vitoria. “Hemos estado muy bien bajo la lluvia, las patadas y el frío” decía Marcelo al final del encuentro. Pues claro Marcelo es lo que siempre ha tenido jugar al fútbol en Vitoria, pero tranquilo que algún día se jugará a fútbol en estadios cubiertos sin lluvia ni frío y a un fútbol donde no se podrá tener contacto alguno con el rival, será el momento definitivo en que algunos preferiremos disfrutar de otros deportes. Fuese como fuese, el Madrid, ante estas circunstancias necesitó tirar de casta, y ahí aparecieron dos defensas para subir, marcar y lograr los tres puntos, Ramos y Carvajal, dos guerreros que saben cuando hay que tirar del carro.
El Sevilla todavía aguanta la escapada en la tabla de los dos gigantes, sigue tercero a un punto de ambos, esperando que algún día jueguen entre ellos para darles al acecho. Los de Julen Lopetegui también sufrieron, y ganaron en casa ante el colista Leganés con un gol del gigante Diego Carlos. Los pepineros van últimos desde el principio del campeonato, pero desde la llegada de Aguirre han ganado en confianza y tienen en gran estado de forma a un tal En-Nesyri, uno de los delanteros más infravalorado en la Liga, que si marca esa chilena que intentó en el Pizjuán, hoy media Europa preguntaría por él, quizás ya ocurra.
La Real Sociedad sigue ilusionando a sus aficionados y Odegaard asombrando al planeta en cada partido que juega. Los txuri-urdin se llevaron el derbi ante el Eibar con claridad, por 4 a 1, a pesar de la lluvia que de pronto tanto molesta, y con la perla noruega dando otro recital y marcando un gol espectacular para su colección. Algún año Leo bajará el nivel y futbolistas como Odegaard pujarán por balones de playa, al tiempo.
La Real es cuarta y el Athletic club quinto, los leones vencieron en su feudo al Granada por 2-0. En este partido, el guardameta nazarí Rui Silvia, atajó un penalti chustero a Raúl García, pero lo mandaron repetir por estar unos centímetros avanzado, cosas del fútbol moderno, la cara que se le debe quedar a uno cuando en una situación de desventaja total respecto al lanzador consigues desviar un disparo y lo mandan repetir por un puñetero mini paso.
Pasos de gigante los que viene haciendo el Getafe, venció por 4-0 al Levante, en una segunda mitad en la que ahogó a los granotas con cuatro jugadas a balón parado. En los partidos pasados por agua nada mejor que la estrategia para llevarse los tres puntos, y el Getafe que a lo moderno ya tiene Europa a tiro.
El Valencia se llevó el derbi ante el Villarreal gracias a un gol con acento valenciano, el de Ferran Torres, que decidió un partido muy disputado entre valencianos y castellonenses y, a propósito de Ferran, ¡qué jugador! Esperemos que lo cuiden en Mestalla, tienen jugador para rato.
El Betis por fin ganó a domicilio y también sube que sube, no estuvo mal el Mallorca, pero el guardameta verdiblanco Joel Robles estuvo excelso y realizó un partido que recordará toda su vida, como el sensacional gol de Nabil Fekir que ya se muestra como el gran futbolista que és. “No pasa nada, tenemos a Joel” o “no pasa nada, tenemos a Fekir” pueden celebrar hoy los aficionados béticos, contentos por seguir saliendo del pozo, el Betis de Rubi ya entusiasma.
Celta y Valladolid firmaron un 0 a 0 en un partido en el que quizás ambos tenían demasiado miedo a perder. El Celta necesita victorias, y en casa no puede dejarse más puntos contra rivales directos. De momento los gallegos siguen en descenso.
Como en descenso sigue el Espanyol, un equipo con cada vez más problemas, perdió en casa por 2-4 ante Osasuna y eso que se quedó con superioridad numérica. Pero los fallos garrafales sentenciaron a un equipo sin alma, sin orden, que solo ha sumado un punto en los ocho partidos que ha disputado en su estadio. El aficionado protesta y con razón, ni disfrutan con el masculino ni con el femenino, la catástrofe podría ser doble y brutal, y se avecina temporal en el club blanquiazul. Malos tiempos, Leverkusen al lado de esto no es tanto.

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