Hoy el Real Valladolid visita el Metropolitano. Son muchos los futbolistas que han jugado para Atlético y Real Valladolid, muchos que hoy tendrán el corazón dividido, quizás el más reconocido sea José Luis Pérez Caminero.
El madrileño se formó en la cantera Del Real Madrid, aunque no llegó a debutar en el primer equipo.
Del Castilla pasó al Real Valladolid, y en Pucela demostró la clase que tenía.
La clase y los pulmones, porque Caminero era uno de esos centrocampistas que abarcan la totalidad del campo, empezando como medio defensivo, pero que sube a presionar, a robar balones arriba, a organizar el juego ofensivo y a meterse en el área para marcar gol.
En 1989 debutó con el Valladolid en Primera, y en 1993 fichó por el Atlético de Madrid donde se convirtió en uno de los mejores futbolistas de España compartiendo vestuario y otras cosas con el Cholo Simeone.
Era un centrocampista perfecto, batallador, técnico, con una gran conducción del balón, y dotado de un físico excepcional. Fue el motor del Atleti del doblete del 96, y de la selección española de mediados los 90.
Se apuntó a la moda de ponerse tiritas en la nariz y dejarse perilla, y de esa manera se marcó un mundialazo en Estados Unidos. En la memoria también sus partidos contra el Barça en el Camp Nou y aquel regate que le hizo al tío del tenista y que es para enseñarlo en las escuelas.
Tras sus buenos años en el Atlético volvió a Pucela, donde se encontraba más que a gusto, para ser uno de los líderes del equipo hasta su retirada en 2004, harto ya de comer natillas.
Al dejar el fútbol se ha subido al barco del fútbol negocio y se pasea por ahí al estilo Tarantino. Estuvo involucrado en unos trapis de drogas y dinero negro, aunque no sabemos como salió de aquel percance. Algunos quedamos decepcionados por aquello, pues nunca nos hubiéramos imaginado algo así de un centrocampista tan elegante y sobrado que durante un tiempo estuvo a un nivel excelente.
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