José Rojo Martín

Esta noche se juega un partido más interesante que cualquier semifinal de Champions, un Zaragoza-Elche de play-off a la Primera División, y con todas las opciones sigue el Elche, que a la chita callando logró la clasificación y en partido de ida contra los maños aguantó el 0-0 en el marcador a pesar de jugar casi todo el partido con inferioridad numérica. Pero es que el Elche tiene a un señor entrenador, “Pacheta”. 

José Rojo Martín pertenece a una familia de futbolistas de Salas de los Infantes conocidos como los Pacheta. Se formó en el Racing Lermeño, de donde pasó al Numancia a finales de los 80, y en 1990 llegó al Real Burgos, club que llegó a jugar en Primera, y que contaba desde principios de los 80 con un grupo de animación llamado Peña Pacheta, en honor a los familiares de nuestro protagonista. 
Tras su año en Burgos jugó en Segunda con el Atlético Marbella y con el Mérida, hasta que llegó en 1994 al Espanyol para ponerse a las órdenes de José Antonio Camacho. 

En el Espanyol se consolidó y se dio a conocer como futbolista, como un buen centrocampista de corte defensivo que sacaba el balón jugado inteligentemente y que además tenía llegada a portería. Un tío de esos que siempre cumplen, y que gustan a los entrenadores porque hacen piña en el vestuario, no protestan y no exigen más minutos de los que merecen. Pacheta, sin hacer ruido, disfrutó de minutos pese a no ser titular indiscutible en las cinco temporadas que vistió de azul y blanco. 
En 1999 volvió al Numancia, club en el que pasaría otros cinco años y donde colgaría las botas en 2004. 

No abandonó el fútbol, precisamente en Soria se convirtió en secretario deportivo en 2007, y en 2009 comenzó allí su aventura como entrenador. Pasó después por Oviedo, Cartagena, Korona Kielce de Polonia, Hércules, un club de Tailandia y en 2018 llegó al Elche, donde poco a poco va cumpliendo objetivos. ¿Por qué no pensar en Primera? con el trabajo y la paciencia de Pacheta, todo se está consiguiendo.

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