De todos los jugadores que durante su carrera han vestido la camiseta del Valencia y del Celta de Vigo, vamos a recordar a Juan Sánchez, un pequeño pero gran delantero de los 90 y principios de siglo que sin ser de los más talentosos ya quisieran tener hoy todos los entrenadores en su equipo.
El Romario de Aldaia se formó en el Valencia, y con 19 años ya se asomó al primer equipo mostrándose como un delantero de área, rápido y oportunista que se colaba por cualquier hueco de la defensa para encontrar el remate a portería. Un delantero de los de antes, un ratón de área con una enorme definición.
Mostró muy pronto su olfato pero en la 93/94 fue cedido al Real Mallorca para que gozara de más minutos;y no los desaprovechó, pues se convirtió en la principal referencia del ataque bermellón.
A pesar de su buen año en el Mallorca, el Valencia decidió incluirlo en la operación Otero, y el menudo delantero puso rumbo a Vigo, donde jugaría cinco campañas rindiendo cada vez a mejor nivel y formando una dupla demoledora junto a Vlado Gudelj.
En 1999, el Valencia lo repescó por una cantidad millonaria, y Juan Sánchez pasó a formar parte de una plantilla que hizo historia al ganar 2 Ligas, una UEFA y jugar dos finales de Champions, en la del 2001 Juan Sánchez jugó hasta el minuto 66, en que fue sustituido por Zahovic.
Para el recuerdo sus dos golazos al Leeds United en semifinales del 2000.
En 2004 retornó a Vigo para devolver al Celta a Primera División y allí se retiró en 2006.
Un señor del fútbol y un caballero del gol, delantero de mucha entrega que contrarrestaba con lucha y mucha inteligencia sus carencias físicas y técnicas.
Jugó tan solo un partido con la selección, y nunca ha dejado el fútbol, pues además de trabajar para el Valencia fue secretario técnico del Mouscron belga. No diga Sánchez, diga gol.

Debe estar conectado para enviar un comentario.