Jürgen Norbert Klopp

Otro año que cae el cromo del técnico alemán del Liverpool en nuestro álbum de cromos, pero es que desde que Jürgen Klopp llegó al banquillo de los reds los aficionados ven cumplidos sus sueños año tras año. Esta larga temporada, por fin, el Liverpool ha ganado la liga inglesa, la primera vez que lo consigue bajo la denominación Premier League. Es fuerte, pero la última vez que le Liverpool fue campeón de Inglaterra todavía no se había disputado el mundial de 1990, por lo tanto existían todavía la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia, el Barça todavía no tenía ni una Copa de Europa, ni Barcelona era olímpica, y en España todavía gobernaba el “socialista” Felipe González, pues no han cambiado las cosas. Ha llovido tanto que en estos 30 años un ex-futbolista red dio cátedra de buen periodismo y simpatía en nuestro país, y hasta sabe mal que Michael Robinson se haya tenido que despedir sin ver de nuevo a su Liverpool campeón de liga.

Pero llegó Klopp y con él el rock n’roll al juego del equipo, y aunque el año pasado se le escapó la Premier ya ganó la Copa de Europa, con superemontada ante el Barça en semis, y esta campaña no ha habido quien le tosa en Inglaterra, muy justo campeón. Es un lujo tener a un tío como el entrenador del Liverpool en el fútbol moderno, con chándal y con gorra, cercano al aficionado, es lo más cerca que estamos de David Vidal, Luis Aragonés y el maestro Clemente en el fútbol contemporáneo. Pero además sabe un poquito más de metodología y de motivación, y disputará por tercera vez una final de Copa de Europa, y la tercera final europea en cuatro años.

En su época como futbolista destacó en el Mainz 05, pero la fama internacional se la ganó como técnico y arquitecto del Borussia Dortmund que llegó a jugar la final de la Copa de Europa, algo que también hizo con el Liverpool en dos ocasiones, ganó la segunda. Un entrenador que entiende a sus futbolistas y que siempre deja alguna frase ante los micros. Hace unos años aseguró que hay muchos partidos de Champions que son pura basura, y es de ese tipo de entrenadores que no van con ridiculeces modernas. Sus equipos actúan con oficio e intensidad, y practican un juego de esos que gustan al aficionado. Ayer su Liverpool volvió a hacer historia, próximo objetivo: no esperar 30 años más.