Laurence Paul Cunningham

En el verano de 1979, el Real Madrid pagaba 127 millones de pesetas para incorporar a un tal Laurence Cunningham a su plantilla. Con esa cifra, el futbolista inglés se convertía entonces en el fichaje más caro de la historia del club blanco. Lo valía la Perla Negra, un delantero de un físico imponente, fuerte y fibroso, que tenía un impresionante cambio de ritmo y era posiblemente el futbolista más veloz del momento, todo un atleta. Además de su poderío físico, dominaba el balón con inteligencia y tenía un fantástico golpeo de balón con el exterior del pie, recurso que en el fútbol moderno hemos visto como domina a la perfección el portugués Ricardo Quaresma.

Y es que Cunningham era un avanzado a su época, años antes de su fichaje por el Real Madrid, se convirtió en el primer futbolista negro en vestir la camiseta de la selección inglesa sub 21. En un país, que en los años setenta todavía estaba marcado por un fuerte racismo, ver a un negro con la camiseta inglesa a muchos orangutanes les provocaba urticaria y era cuanto menos un insulto. Pero Laurie a lo suyo, al fútbol, y con el balón en los pies se convirtió en el referente primero del Leyton Orient y después del West Bromwich Albion. Su manera de desbordar y la superioridad con la que superaba defensores le auguraban un destino prospero, pudo haber sido una estrella mundial.

Su primera temporada de blanco fue espectacular, formando tridente junto a Juanito y Santillana, y pasó a la historia el 10 de febrero de 1980 cuando se ganó el reconocimiento del Camp Nou que lo ovacionaba en cada acción. Aquel Real Madrid ganó Liga y Copa y compitió por el triplete pero fue apeado en semifinales de Copa de Europa por el Hamburgo de Kevin Keegan. Desgraciadamente llegaron las lesiones, que finalmente no le permitieron triunfar en el Real Madrid como se esperaba, pasó por varios equipos intentando reencontrarse con su fútbol pero su físico estaba debilitado y había perdido la punta de velocidad que lo distinguía. En la 83/84 jugó en el Sporting de Gijón, y en el Rayo Vallecano en dos etapas, 86/87 y 88/89. Era futbolista de la franja cuando tal día como hoy de 1989 perdió la vida en un accidente de coche en la carretera de A Coruña. Tenía 33 años.

Cromo Panini de la época