Luboslav Mladenov Penev

No hay siesta si se juega un Valencia-Atlético de Madrid, partido especial para Lubo Penev, un ídolo de la infancia de los administradores, que jugó y goleó para ambos equipos. 

En 1989 llegó al Valencia un desconocido Lubo Penev, delantero búlgaro de buena envergadura, que pronto se convertiría en uno de los mejores delanteros de la Liga. Lubo sería la principal figura del Valencia durante la primera mitad de los 90, y enamoró a la afición con su juego de espaldas, su potencia y su olfato goleador. Tuvo buenos años en Mestalla (entonces Luis Casanova) hasta que en 1994 se le diagnosticó un tumor maligno en un testículo. Estuvo apartado de los terrenos de juego y no pudo asistir al mundial de Estados Unidos, donde su selección logró el cuarto puesto. 
En 1995 fichó por el Atlético de Madrid, y contribuyó a conquistar el doblete en su única temporada de rojiblanco. Además, tuvo un famoso incidente con Paco Roig (presidente del Valencia) al que todavía le duele algo cuando hace viento de poniente.
Jugó después en el Compostela y en el Celta de Vigo, donde seguiría marcando goles. Penev cayó bien allá donde fue, y siempre cumplió con su trabajo, el gol.

Estuvo de entrenador en Bulgaria y en el Mestalla, y hoy seguro que tiene un momento para seguir el Atlético-Valencia, sus dos primeros equipos en la Liga.

Pocos jugadores tienen el honor de ser venerados por las aficiones de todos los equipos en los que jugó. Lubo se ganó ese respeto. Un tío que cae bien.

Cromo Ediciones Este Lubo Penev