Es el nombre del día, ayer el hijo de Luis Milla debutó en Primera emulando a su padre que hace 36 años debutó en la máxima categoría anotando gol en un Barcelona-Zaragoza disputado en septiembre de 1984. Quizás, incluso el hijo ha superado al padre al marcar un tremendo chicharro de fuera del área tras recuperar un balón con mucho pundonor.
Natural de Teruel, Luis Milla padre jugó en el CD Teruel y de allí pasó al filial del F.C.Barcelona. Johan Cruyff vio en el aragonés las condiciones necesarias para actuar de “4”, pues con su agilidad mental y sus capacidades técnicas podía ser el eje del equipo, como después fue Guardiola. Y es que Luis Milla era de esos futbolistas con gran visión, que juega fácil e inteligentemente, de los que no fallan ni un pase y oxigena al equipo ante cualquier peligro. Formó parte de la plantilla del Barça que ganó la Copa del 90 (aquella que Chendo dijo que la ganaron unos que no se sienten españoles), y cuando estaba consolidado en el once culé y había logrado ser internacional, decidió salir al Real Madrid ante la insistencia de Ramón Mendoza, que veía en el de Teruel un mediocentro para muchos años.
En el Real Madrid jugó del 90 al 97, ganó la Copa del Rey de 1993 jugando como titular, además de las ligas del 95 y 97. Después pasó al Valencia donde también cómo titular levantó la Copa de 1999 (la del golazo de Mendieta).
Colgó las botas en 2001 habiendo ganado la Copa (entre otros títulos) en los tres equipos en los que jugó (Barça, Madrid y Valencia), tuvo una incursión política en el Partido Aragonés y se sacó el título de entrenador, destacó su labor en la selección española sub21 y su última experiencia fue la selección de Indonesia.
Para esta temporada lo tiene claro, seguir las evoluciones de su hijo, que ha comenzado la temporada a un gran nivel. Su debut con el Granada no ha podido ser mejor, veremos si supera también la carrera de su padre.

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