Un hombre de fútbol de esos de antes, nada que ver con el futbolista metrosexual moderno. Patillas, barba, pelos largos… Manolo Mesa era un centrocampista todoterreno, de los que se ataban los cordones por debajo de la bota hasta el tobillo.
Empezó como profesional en la Balompédica Linense, y de ahí pasó al Sporting de Gijón. Con la camiseta rojiblanca disfrutaría de una época dorada y consiguió un segundo puesto en la Liga en la campaña 1978-79, además de disputar dos finales consecutivas de la Copa del Rey, en 1981 y 1982.
Manolo destacaba por su despliegue físico. Era capaz de atacar y contraatacar incansablemente y melena y pelos al viento galopaba arriba y abajo, en cada transición ataque-defensa y defensa-ataque. Por su forma de jugar le apodaron con el nombre de “siete pulmones”.
Jugó dos partidos con la selección española y marcó un gol. Se retiró con 39 tacos en La Balona este currante del fútbol, que también jugó en el Xerez y estuvo una pretemporada en el Real Murcia. Tras colgar las botas, tuvo una incursión en la política, siendo candidato a concejal del Ayuntamiento de San Roque (su pueblo natal) por la candidatura del PSOE.
Ya no hay futbolistas como Manolo Mesa.
Debe estar conectado para enviar un comentario.