Marcel Odenkey Addy-Desailly

Un 7 de septiembre de hace 53 años nació en Accra, Ghana, Marcel Desailly, que se convirtió en todo un futbolista que pasó a la historia por ser el primer jugador en ganar dos Copas de Europa consecutivas con dos clubes diferentes, y por ser uno de los pilares de la gran selección francesa que conquistó la Copa del mundo en el 98 y la Eurocopa en el 2000.

Marcel nació en Ghana, pero a los 4 años se trasladó a Ghana ya que su madre se casó con un diplomático francés. Se formó en el Nantes, siguiendo siempre el ejemplo de su hermanastro Seth Adonkor, por el que tenía gran admiración. En 1984, Adonkor falleció en un accidente de tráfico, y Didier Deschamps, fiel amigo y compañero de Desailly fue el encargado de darle la triste noticia. Con Deschamps compartió entrenamientos, momentos y vestuario en el Nantes, y después en el Olympique de Marsella, club con el que ganarían juntos la Copa de Europa en 1993. Ningún club francés ha conseguido levantar la orejona después.

Tras ganar la Copa de Europa, y después del escándalo del OM por amaños en la Liga francesa, Marcel Desailly puso rumbo a Milan, para reforzar una zaga que ya empezaba a hacerse mayor. Desailly podía actuar de defensa central o de medio centro defensivo, y era el substituto ideal de Frank Rijkaard. Era fuerte, expeditivo, potente, dominaba el juego aéreo y tenía una condición física impresionante. Era un gran marcador y todo un especialista en robar balones. Con el Milan ganó su segunda Copa de Europa, nada más y nada menos que al Barcelona de Cruyff, dando un espectáculo, y marcando el último gol, el 4-0, en una jugada donde sacó a relucir su potencia, su físico y su clase.

Se convirtió en uno de los mejores futbolistas del mundo en su puesto, ganó títulos y títulos, triunfó en el Milan y en el Chelsea, donde jugó hasta su plácida retirada en Catar. Junto a su amigo Deschamps vivió la época más dorada del fútbol francés. Todo un campeón, una roca, que hoy abrirá una buena botella de vino para celebrar su 53 cumpleaños. ¡Felicidades Marcel! Grande, enorme.