Mequinenza

Mequinenza se ha hecho a sí misma. Allí donde el Segre y el Cinca tributan sus aguas al padre Ebro, el pueblo nuevo de Mequinenza reemplazó al pueblo minero anegado por las obras hidraúlicas del curso medio del río. Ahora es un pueblo muy deportivo con importantes visitantes amantes del remo o la pesca, pero los locales son muy aficionados al fútbol y empiezan a patear balones en el patio del Joaquín Torres, centro escolar del lugar.

Aporte de nuestro seguidor Jaime, que sigue cazando campitos en sus viajes.