Nicolas Pierre Ouédec

En el verano de 1996 aterrizó en la Liga un futbolista con mucha clase que ilusionó a la afición perica, el delantero francés Nicolas Ouedec. Nico se había formado en el Nantes, equipo con el que consiguió ser el máximo goleador del campeonato francés en 1994, y con el que ganaría una Liga en 1995. Eran los grandes años de “los canarios”, que contaban en sus filas con hombres como Karembeau, Makelele, Loko o Reynald Pedros, este último gran amigo de Nicolás, que como hijo de buen pilero le enseñó su afición por el Ricard. Para suplir las bajas de Raducioiu y Urzáiz, el Espanyol pensó en los dos amigos franceses, pero finalmente solo pudo hacer el esfuerzo de traer a Ouedec.

Nico lo hacía todo bien, era veloz, elegante, inteligente, tenía un buen cambio de ritmo, y definía como definen los maestros. Al enfundarse la mítica Puma de Conservas Dani encontró como socio a Juan Eduardo Esnaider, y juntos hicieron alguna que otra diablura con los defensas. Ouedec mostró el buen futbolista que era, hizo saltar de alegría a Sarrià con sus carreras en algún contraataque y tras dos años en el Espanyol, volvió a su país, al PSG.

Las lesiones marcaron el resto de su carrera, y se retiró ganando títulos en China en 2003. Se pasó a l hotelería, y actualmente dirige con mucha clase e inteligencia el Hotel Première Classe (Louvre Hotels).

Nicolás Ouedec cromo Ediciones Este.