Qué pedazo de futbolista era Juninho, con apenas 165 centímetros de estatura, el brasileño era uno de esos jugadores por el que bien vale pagar una entrada. Un centrocampista de fantasía, técnico e imaginativo, con mucha visión de juego y que poseía una conducción y control del esférico alucinante.
Nacido en Sao Paulo, Juninho se formó en el Ituano FC, y pasó al gran Sao Paulo de Tele Santana en 1993 donde ganó una Libertadores y una Intercontinental. En 1995 debutó con la canarinha y ese mismo año llegó al Middlesbrough inglés. Se adaptó de maravilla a una competición tan diferente como la Premier y dejó constancia de su magia. A pesar de su buen rendimiento, el club descendió de categoría y se vio obligado a vender a su estrella en 1997. Fue entonces cuando llegó al Atlético de Madrid, que aquel año tiró la casa por la ventana e hizo fichajes de renombre con la intención de revivir los éxitos de 1996, el año del doblete. En su debut liguero contra el Real Madrid ya anotó gol (de aquel partido también se recuerda el golazo de Seedorf). Todo iba de maravilla en el Atleti, el menudo centrocampista se entendía con los delanteros Kiko y Vieri, y además caía bien por su humildad y su sonrisa por defecto.
Pero el 1 de febrero de 1998, su carrera dio un giro inesperado, aquella entrada al tobillo de Salgado lo dejó demasiado tiempo en el dique seco, y ya nunca volvió a ser el mismo. No acudió a la cita mundialista de 1998 y ni Arrigo Sacchi ni después Claudio Ranieri contaron con él. Sin oportunidades para Juninho, el Atlético descendió, y el jugador salió cedido a Brasil, primero al Vasco da Gama y luego al Flamengo. Su rendimiento mejoró de nuevo, y Scolari lo volvió a llamar para la canarinha, y consiguió proclamarse campeón del mundo en 2002.
Volvió después a Europa, para jugar de nuevo en el Middlesbrough, lesionándose otra vez de gravedad al poco de llegar al equipo. Jugó en el Celtic, y retornó a Brasil para jugar en el Palmeiras y de nuevo el Flamengo. Finalmente, tras una aventura en Australia se retiró en el club donde se había formado, el Ituano FC, colgando las botas en 2010.
Un pequeño gran futbolista, una lástima no disfrutarlo más en nuestra Liga.

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