Pues vuelve la Copa de Europa. Antes, cuando iban solo los campeones le llamaban Copa de Europa, y ahora que van los segundos, terceros y cuartos le llaman Champions. En fin. Por eso nosotros seguimos llamándole Copa de Europa a la máxima competición continental, esa que tiene la orejona por trofeo.
Y vuelve la competición con un plato fuerte, un Barça-Bayern. Veremos si este Barça postMessi es capaz de competir contra uno de los clubes más potentes del mundo. El último antecedente, con Leo en el campo, mejor no recordarlo.
Este partido será especial también para aquellos jugadores que durante su carrera han cambiado Munich por Barcelona o al revés. Mark Hughes por ejemplo. O Thiago. Pero vamos a recordar a un defensa central sueco que llegó a Barcelona hace 20 años con la Copa de Europa bajo el brazo, un tal Patrick Andersson.
Hijo de Roy Andersson, internacional sueco que disputó el mundial de Argentina 78. Patrik se mostró desde muy joven como un defensa conocedor del oficio: serio e intenso, pero también elegante con el balón en los pies. A finales de los 80 ya destacó en el Malmö, y a principios de los 90 ya era un fijo de la selección sueca. De aquella fantástica selección que llegó a las semifinales de la Euro 92 y del mundial del 94.
Tras la Eurocopa de Suecia fichó por el Balckburn Rovers. Pero, su paso por Inglaterra fue efímero, y no tardó en poner rumbo a un campeonato que se adaptaba mejor a sus condiciones: la Bundesliga. De 1993 a 1999 defendió el escudo del Borussia Mönchengladbach y se convirtió en un referente del club y en uno de los mejores defensas del campeonato alemán. En 1999 fichó por el Bayern de Munich, club con el que ganaría en dos años dos campeonatos de liga, una copa y la ansiada Copa de Europa que había perseguido el Bayern sin éxito durante tiempo. Patrick Andersson, desde la zaga, era uno de los líderes de aquel equipo que le arrebató la orejona al Valencia desde el punto de penalti.
Fichó entonces por el Barcelona. Un Barcelona en horas bajas, aquel de los Bonano, Saviola, Giovanni o Rochemback. Y no logró triunfar en el el Camp Nou, donde se vio apartado de la convocatoria en cantidad de ocasiones a causa de las lesiones. En 2004 volvió al Malmö para lograr ganar el título de liga con su primer equipo. Tras retirarse trabajó como ojeador de talentos suecos para el Manchester United y ha disputado algún legends con el Barça. Era un buen jugador, sin suerte en Barcelona.
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