El Real Madrid un verano decidió fichar a Pedrag Spasic. El yugoslavo venía de laborar un gran marcaje a Emilio Butragueño en el mundial de Italia 90 pero ya llevaba tiempo en la órbita madridista. Cuentan que la directiva del Real Madrid ya se había enamorado de Spasic al visualizar un vídeo VHS de un Estrella Roja-Partizan que les enviaron para observar a Dejan Savicevic. En aquel derbi de Belgrado, Spasic, anuló al montenegrino y el del pelo blanco quedó prendado por tan esbelto defensa central, aunque no preguntó por él porque pensaba que ya era demasiado viejo.
Después del férreo marcaje a Butragueño la directiva del Real Madrid preguntó finalmente por Spasic, y a don Ramón Mendoza le dio una alegría comprobar que aquel implacable defensa de 1,90 no había cumplido todavía los 25 años. Ya tenía defensa para sustituir al cabezón Ruggeri.
Pero el “Agente Sapasic” no cumplió con sus expectativas, nunca se mostró seguro en la casa blanca y además se marcó un gol en propia puerta precisamente contra el Barça. En 1991 fue traspasado a Osasuna, y en Pamplona se afianzó en la zaga demostrando ser un pedazo de central, pero tras tres temporadas el club rojillo descendió en 1994 y Spasic cerró el ciclo con el club navarro y fichó por el Atlético Marbella. No salió bien el proyecto marbellí y decidió volver a Serbia. Se le quedó un poco grande el Real Madrid, pero fue uno de los rostros más carismáticos de nuestro fútbol en los 90. Pedrag Spasic, fichaje inolvidable.
Debe estar conectado para enviar un comentario.