Pieter Robert Rensenbrink

El 25 de junio es una fecha que no se olvida en los Países Bajos, aquel día la naranja mecánica ganaba la Eurocopa, su mayor éxito, cuando vencieron a la Unión Soviética por 2-0 con aquel golazo de Marco Van Basten para el recuerdo. Marco era genial, el artillero de un equipo en el que también destacaban Ruud Gullit, Frank Rijkaard o Ronald Koeman… parece que fue ayer la final de la Euro del 88..

Aquella tarde, por fin, el fútbol total que se practicaba en los Países Bajos lograba el triunfo en un gran torneo internacional, pues también un 25 de junio, justo diez años antes la selección naranja perdía su segunda final de Copa del Mundo consecutiva, en aquel mundial que la FIFA decidió que se jugara en la Argentina de Videla.

Pieter Robert Rensenbrink hubiera pasado a la historia del fútbol si en el minuto 45 y 14 segundos de la segunda parte de aquella final del mundial del 78 su disparo no hubiera pegado al palo, y la selección de los Países Bajos hubiese ganado la copa del mundo. De entrar aquel balón, hoy Rob Rensenbrink tendría el reconocimiento que se merece por ser un futbolista extraordinario. No jugó en ninguna gran Liga, destacó jugando en el Brujas y especialmente en el Anderletch, equipo con el que ganó dos Recopas.

Era una auténtica estrella, con cierto parecido a Cruyff, y que pudo haber brillado más, pues iba cargado de clase y talento.

Ya quisieran muchos futbolistas de hoy desequilibrar con la elegancia con la que Rob Rensenbrink se marchaba de sus rivales. Este delantero o extremo izquierdo, como bien dijeron nuestros seguidores en un post reciente, se las dejaba en bandeja al delantero de turno que solo tenía que empujar la pelotita a la red, si no que se lo digan a René van de Kerkhof que tan bien aprovechaba la visión de juego de Rensenbrink.

Hoy es 25 de junio, todos recordamos el gol de Van Basten como el mayor logro futbolístico de los Países Bajos. En talento Rensenbrink no le iba a la zaga y por centímetros no se convirtió en héroe nacional unos años antes que el cisne de Utrecht. El fútbol es así.

Rensenbrink, que tenía un cierto parecido con Johan Cruyff, falleció en enero de 2020.